Cuando Laura Ortín, fundadora de su estudio de arquitectura homónimo en el centro de Murcia recibió el encargo para el proyecto, se encontró con una vivienda construida en los años 80, aséptica, oscura, con recorridos intrincados, largos pasillos, techos no muy altos y un exceso de tabiques y compartimentos. "Desprendía una atmósfera lúgubre, no tango por la antigüedad, sino por el ambiente", detalla sobre su primera impresión del espacio.

Para su alegría, "los clientes nos encargaron una tabula rasa, es decir, vaciar por completo la vivienda y reestructurarla en su organización y acabados para que se pareciera más a ellos", tal como recuerda. Tras derribar todo y empezar de cero, junto a la arquitecta María Escribano, proyectó una casa urbana con una atmósfera estival de reminiscencias mediterráneas a la que se ha bautizado como Oh, que es la exclamación que se lanza en cuanto se cruza el umbral de la vivienda. "Atendimos a los deseos de nuestros clientes que buscaban tener una casa fresca, agradable y confortable desde nuestras raíces pero con organización de estancias, materiales y geometrías muy contemporáneas".

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David Frutos

Un centro curvo

"Anulando la entrada noble aprovechamos la de servicio para acceder por la mitad de la casa y acortar recorridos. Como una suerte de espiral (o caracola), la casa se organiza en torno a un centro curvo que te desliza hasta las habitaciones", explica la arquitecta..

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Con calma

A la casa se accede por un espacio comprimido en tono verde aguamarina que provoca un efecto expansor cuando se llega a las habitaciones anexas. Así lo visualiza la arquitecta: "Imagina que vas buceando por una sima (el paso) y sacas la cabeza en un espacio abierto (las habitaciones), esa es la sensación. Pero no por ello queremos que vayas rápido, el camino también se disfruta".

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Detalles verde aguamarina

El verde aguamarina es el color fetiche de la casa y está presente en los espacios, salpicando incluso ciertos puntos del mobiliario para conseguir un interiorismo conectado y en diálogo.

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La terraza

Otra pieza clave de la reforma es la ampliación de la terraza con una balconera corredera curva, "algo muy especial que crea un rincón exterior donde realmente apetece estar", dice Laura Ortín. La plantas seleccionadas para este espacio  tienen un aire tropical y el techo en gresite irisado trae al recuerdo los reflejos del agua del mar.

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Bien aprovechado

La casa tiene una superficie útil de 140 metros cuadrados y tras la reforma, destila aire mediterráneo. Se han eliminado detalles de los 80 como el gotelé, las puertas de sapeli o las ventanas de aluminio correderas.

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La cocina

Concebida com ouna caja en blanco con suelo azul, la cocina tiene una zona de comedor con sillas de madera de Ondarreta.

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El dormitorio

Todo en blanco, el dormitorio cuenta con detalles como un pequeño tocador junto al cuardo de baño. t

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El baño

Una gran bañera exenta es la protagonista del cuarto de baño, con pared de microcemento de Cement Design y una práctica hornacina. La grifería es de Icónico.

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Con curva

También en el cuarto de baño la curva está presente en el lavabo de diseño semicircular.