En la reforma integral de la vivienda de Ana, Guille y Alma –la hija de ambos– en una concurrida calle del distrito Ciutat Vella, Valencia, era muy importante que la nueva distribución se adaptara a las necesidades de la familia. La vivienda, construida en los 70, contaba con cuatro dormitorios, salón y cocina. “Tenía la cocina a la entrada de la casa y el salón en el lado opuesto. También contaba con un pequeño e incómodo aseo de forma trapezoidal, y un baño más grande con bañera. La casa estaba muy compartimentada y era oscura”, cuentan las interioristas del estudio Iroco, encargadas de la reforma.

La nueva entrada es un espacio amplio y luminoso
Fran Álvarez
De cuatro dormitorios pequeños a dos amplios y luminosos
La solución: eliminar paredes innecesarias para abrir el espacio y crear una sensación de amplitud y luminosidad en toda la vivienda. “La distribución actual presenta un espacio muy amplio y luminoso al entrar en la casa, donde hemos aprovechado para ubicar el cuarto de lavadoras junto a una gran ventana que da al patio, ideal para tender. También se ha incluido una habitación de invitados.

Los dueños pidieron una gran librería
Fran Álvarez
El pasillo se ha optimizado con una gran estantería para libros (un requisito indispensable para los clientes). Hay dos dormitorios grandes, un despacho conectado visualmente con el salón a través de una ventana diseñada a medida, y un espacio abierto que integra el salón, el comedor y la cocina”, cuentan las interioristas.

El dormitorio de matrimonio es amplio. Las ventanas se han cambiado
Fran Álvarez
Nuevas carpinterías y un bonito suelo de roble francés en espiga
También era importante era mejorar el confort de la vivienda y, así, se ha cambiado la carpintería exterior y se ha instalado calefacción de gas, aire por conducto. “También elegimos un suelo de madera natural: un roble francés en forma de espiga”. En este sentido, “los materiales son importantes porque queríamos aportar calidez a través de materiales naturales, como el barro para el baño principal y la madera de roble natural para el suelo de toda la vivienda”.

En la cocina se ha elegido un verde menta
Fran Álvarez
En todo caso, desde Iroco reconocen que “lo más importante fue conseguir que todos los espacios tuvieran una buena luz natural”; algo que se ha conseguido “con la distribución y la elección de los colores”. De hecho, la pasión de Ana y Guille por el color y el diseño inspiró a las interioristas “a generar contrastes audaces en cada estancia de la vivienda. En la cocina, optamos por lacar los muebles en un tono verde menta, añadiendo un toque distintivo y fresco al espacio”.

El lavabo antiguo de la cocina se rescató para el baño
Fran Álvarez
A lo largo de todo ese proceso de transformación, las interioristas han ido descubriendo diferentes cosas, como un lavabo antiguo de la cocina original, que rescataron y restauraron “para convertirlo en la pieza central de su nuevo baño”.

La zona de día es un gran espacio abierto
Fran Álvarez
Finalmente, y pese a lo complicado de encajar la distribución y los espacios que requerían los clientes en la forma trapezoidal de la vivienda, se sienten “especialmente orgullosas de haber conseguido crear la casa ideal para ellos: luminosa, colorida y acogedora, donde los propietarios nos han dicho que se sienten muy a gusto en su día a día”.