Con la Sierra de Tramuntana a un lado y el Mar Mediterráneo en el otro, esta casa de Calvià es una joya en pleno corazón de Mallorca. El paraje que le envuelve es ideal para disfrutar de la luz y la naturaleza durante todas las épocas del año. Dispone de un terreno en pendiente, de 2.000 m2 en total, que ha supuesto todo un reto para situar una estructura de diseño. Sin embargo, con el esfuerzo del arquitecto Jaime Salvá, se ha conseguido levantar una vivienda de lujo con mucho éxito.