Convertir el pasillo en una estancia más ha conseguido que esta casa recupere la amplitud y la luminosidad
El pasillo es la llave de la reforma de este piso que le otorga el rango de una estancia más gracias a la distribución, la iluminación y la madera
Entramos en esta casa donde manda la luz y la madera.
El dicho "hacer de la necesidad virtud" encaja bien con la acertada decisión de esta reforma integral destinada a optimizar el espacio para conseguir amplitud y luminosidad. La arquitecta Lourdes Martínez Nieto se encontró con esta vivienda del barrio madrileño de Salamanca, de 120 m2, una planta alargada que los dueños tenían que atravesar para llegar hasta el salón, situado antes en el lado opuesto de la entrada.
Vano forrado de roble y estante volado de piedra de Campaspero, vasija, de Tristán Domecq Casa. Suelos, de Saloni.
Javier Bravo
El nuevo protagonista
La antigua disposición de la casa hacía sentir a los dueños como si vivieran a lo largo de un pasillo y, por ese motivo, la arquitecta se centró en idear cómo tratar esta pieza y lograr una distribución óptima de los diferentes espacios.
Dar a esta zona de transición la categoría de una habitación más gracias a la instalación de roble en el techo y los vanos adyacentes, y cuidar su iluminación, ideada junto a Nanometro Estudio, ha provocado que lejos de intentar pasar desapercibida, gane mucho más protagonismo.
"El pasillo ha dejado de ser una mera transición para convertirse en una pieza que conecta y articula el proyecto de extremo a extremo", añade la autora.
Sofá, de Erico Navazo para Ormo’s; mesa, de Rue Vintage 74; lámpara Kaiser Idell, de Christian Dell para Fritz Hansen; taburete, en Gunni & Trentino; alfombra, de Zigler; y cuadros, de Guillem Nadal.
Javier Bravo
Una casa con arte
Las tonalidades beige y los colores neutros evitan la monotonía mediante la elección de detalles en madera oscura, lámparas, muebles o accesorios en negro y obras de arte. Un ejemplo de esto es el cuadro de Guillem Nadal que cuelga sobre una chimenea de salón que pasa desapercibida.
Mesa a medida; sillas Woody, de Studio Bañón; alfombra, de Zigler, y cortinas, de Zara Home. Plaid, de Rue Vintage 74, y cojín bouclé, de Alhambra.
Javier Bravo
En búsqueda de la calidez
El resto de la casa está marcado por el blanco y el roble que transmite una sensación de calidez nada más entrar. El blanco de paredes, tapicerías y alfombras, se une con el roble de dinteles y marcos. Además, la presencia de grandes ventanales, vestidos con vaporosos linos, aumenta aún más la luminosidad del hogar.
Cocina con muebles a medida con encimera, antepecho e isla revestidos con porcelánico Calacatta Gold, de Levantina; lámpara de tubo, de Nanometro Estudio; taburetes de madera, de Zara Home, y vasijas, de Tristán Domecq Casa. Hornos, de Bosch
Javier Bravo
Guía de estilo
"Hemos trasladado la cocina a la zona de salón-comedor, se reduce la longitud del pasillo y se genera un recibidor", indica la autora. De esta manera, se consigue obtener un espacio más amplio y acogedor.
Tanto el estilo decorativo como el cromatismo, una amalgama de tonos miel y dorados, lo impone la cocina que, aunque se encuentra en una posición discreta, en un recodo del espacio abierto, "era una pieza clave para los dueños y por eso marca el estilo de la vivienda", comenta la arquitecta.
Isla de cocina revestida con porcelánico Calcatta Gold, de Levantina y taburetes de madera, de Zara Home
Javier Bravo
Más espacio
La elección del color de los muebles es un acierto seguro, ya que aportan luminosidad y amplitud al hogar. El toque en madera de los taburetes, por el contrario, es refrescante y transmite una sensación de calidez a la estancia.
El acabado del porcelánico de Levantina y de los muebles diseñados a medida por Lourdes Martínez Nieto en la cocina del hogar fueron el punto de partida para decidir el resto del interiorismo.
Cabecero de lino, de Zara Home; lámparas, de Nanometro Estudio; colcha de lino, de Pepe Peñalver; plaid, de Alhambra; cojines teja, de Rue Vintage 74, y mesita y alfombra, de Tristán Domecq Casa. Grabado de Eduardo Chillida, en Madrid Art Gestión de Arte, a través de Red Collectors.
Javier Bravo
Con baño en suite y vestidor
El recibidor, conectado por una puerta corredera que desaparece en el tabique del salón, comedor y cocina en un mismo espacio, las tres habitaciones, una de ellas con baño en suite y vestidor, y el aseo irradian la luminosidad pretendida.
Paredes con hornacinas en estuco y porcelánico Calacatta Gold, de Levantina; bañera, de Stano; grifería y rociador, de Asm Taps; toalla, de Zara Home, y productos cosméticos, de Aesop
Javier Bravo
Para disfrutar
La zona del baño dispone de una bañera de Stano perfecta para los días en los que apetece relajarse. Por supuesto, siempre acorde a la estética que envuelve todo el piso, no pueden faltar los detalles en madera, como la grifería y el rociador, de Asm Taps.