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Casa con techos de hormigon

Los espacios se han abierto para comunicar las fachadas norte y sur y proporcionar una perspectiva más amplia de los jardines.

Salon moderno de color blanco

Sofá de color camel, diseño a medida de Abel Pérez Gabucio, que recuerda a los sofás de obra de los proyectos de Sert. En el estar, sofás en blanco y marrón Jacques, de Rodolfo Dordoni para Minotti. Lámparas de sobremesa Moragas, de Antoni de Moragas para Santa & Cole.

Salon con paredes de hormigon

El comedor, ubicado junto a una ventana que deja entrar luz y vistas, para el que se ha creado una mesa con base de hormigón en crudo y sobre de mármol ónix coronada con una lámpara italiana de los años cincuenta en latón envejecido, que se ha convertido en uno de los rincones favoritos del diseñador.

Salon con estantes de marmol

La cocina, con el mobiliario integral en blanco y algunas zonas revestidas de mármol, ha sido diseñada de forma que haya una zona destinada para desayunos e invitados, muy social y perfectamente integrada con el comedor, y una de uso más técnico con posibilidad de cerrarse.

Cocina con tiradores de color dorado

La isla de la cocina contiene la zona de cocción, con una placa de inducción, de Siemens, y una zona de lavado con un seno, de Blanco, y grifería dorada, de Vola. Pavimento de cerámica, de Living Ceramics.

Baño con paredes con textura y espejo rectangular

En el baño de invitados, dos estantes de madera aportan funcionalidad y calidez manteniendo una estética limpia. El lavamanos es del fabricante Roca y el grifo, de Rovira. El suelo es de tablas de madera. El acabado de hormigón de las paredes es otro guiño al trabajo del maestro Sert.

Entrada de una casa con bancos de terciopelo

En la entrada se pueden apreciar las vueltas de hormigón en el techo originales de la obra de Sert. Taburetes, diseño de Abel Pérez Gabucio.

Estamos ante una vivienda reformada que es al mismo tiempo un homenaje al gran Josep Lluís Sert, que construyó el edificio. El proyecto de interiorismo del estudio Àbag liderado por Abel Pérez Gabucio está lleno de referencias a los diseños de Sert, además de preservar las vueltas de hormigón del techo. Organizado para las necesidades de una familia de nuestra época, el piso cuenta con una cocina especial, una zona destinada a los desayunos con invitados perfectamente integrada en el comedor, y otra área técnica que puede cerrarse para los quehaceres gastronómicos. Los originales microespacios se han abierto y comunican las fachadas norte y sur y proporcionan una perspectiva más amplia de los jardines. Biombos correderos separan esos espacios mínimos, pero sin anular la circulación de luz natural. Detalles que escenifican sutilmente el homenaje: la lámpara que comunica las dos plantas evoca un móvil de Calder, gran amigo de Sert.