En una céntrica calle del madrileño barrio de Salamanca, el Estudio Morgan ha realizado la transformación de un apartamento en un espacio fluido y luminoso que se ajusta como un guante a la manera de vivir de sus habitantes, dos profesionales creativos con sus tres niños.

El proyecto abre la casa hacia la luz y la vista de la terraza, creando una sucesión de espacios que circulan entorno a la cocina, que es en el núcleo de la casa, con un cerramiento diseñado a medida en madera y vidrio, que aporta su carácter singular a todo el diseño.

Laura Montero y Marina Reyero están al frente de este proyecto cque obra potencia gracias a la continuidad de materiales en todas las estancias. Roble aceitado, hormigón visto, tejidos naturales y piedra de color blanco, son la base del diseño. Las piezas icónicas en el mobiliario y el arte colorido redondean el proyecto e imprimen la personalidad de los clientes.