Adosada a una roca y con problemas de humedades, los propietarios de esta antigua casa de pescadores situada en la pequeña cala de Sa Riera, en la localidad gerundense de Begur, en la Costa Brava, intuyeron las posibilidades de su ubicación en primera línea de mar. El equipo multidisciplinar de arquitectura y diseño de interiores Alma Project, liderado por Mariana Larentis y Alberto Medina, ha concebido y ejecutado este proyecto para darle a la vivienda un giro de 360 grados con la mirada puesta en "el Mediterráneo, su arquitectura vernácula, su artesanía y sus tradiciones", comentan.
Ahora sus 100 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, tras una reconfiguración de todos los espacios se han transformado "para adaptarlos a un nuevo estilo de vida y los ha conectado estética y visualmente con su entorno", añaden.
"El reto principal de esta reforma fue encajar en la vivienda existente, todas las necesidades programáticas que la familia precisaba. Una vivienda con dos plantas, inconexas y ubicada en una parcela expuesta al mar, con forma irregular y enclavada en la roca que la convertía en un lugar oscuro, estrecho y húmedo", comenta Alberto Medina.
Por este motivo, Alma Project ha optado por emplear lo que ellos llaman "soluciones vernáculas", es decir, superficies enteladas para las puertas de los armarios y el Tadelak, un revestimiento de cal que reviste toda la vivienda para conseguir dotarla de "un carácter artesano". Este material, que ayuda a regular la temperatura y la humedad y tiene propiedades fungicidas, se ha empleado en las habitaciones para revestir los armarios de obra diseñados sin puertas para lograr mayor ventilación. A este material natural se suman otros, como roble, caña, lino y esparto, que aportan atemporalidad y sintonizan con el entorno de la vivienda.
En cuanto a la distribución llama la atención que en el piso superior se haya ubicado la zona más social de la vivienda que se ha ideado como un único espacio con cocina, comedor y salón abiertos a un balcón con vistas al mar. Tanto la cocina como las puertas de toda la vivienda son de roble con un diseño clásico alistonado.
Por último, hay algunos focos de atención en este apartamento minimalista como el diseño de la cocina con una isla central construida con mármol estatuario de Marazzi; la escalera de caracol con estantes abiertos que la hacen casi etérea y responde al objetivo de aprovechar al máximo el espacio; la cabina de ducha circular, un diseño envolvente y primigenio, que surge de la existencia de un muro curvo; y, los lavabos de mármol Emperador, cuya forma y color recuerdan a las rocas cercanas y han sido labrados por un artesano local.