Ensalzar y amar lo antiguo y lo nuevo es el lema de la ciudad de Murcia, y lo que ha llevado a cabo el estudio Santa-Cruz Arquitectura en este sobrio edificio neoclásico del siglo XIX en estado de ruina, ubicado en el barrio del Carmen de dicha ciudad. Hoy, se ha convertido en viviendas colectivas que abordan la conciliación entre conservación del patrimonio y los tres pilares de la sostenibilidad: social, ambiental y económica. 

El edificio consta de 1346 metros cuadrados que actualmente se distribuyen en cinco plantas aunque originalmente, eran tres. Se parte de la preservación de la fachada de dicho edificio, reconstruyéndolo interiormente y añadiendo dos nuevas plantas de lenguaje contemporáneo, generando diálogo y armonía entre la arquitectura de cada época.

En esta nueva y segunda vida, a la preservación de lo existente se une la voluntad del estudio de utilizar en todo momento, elementos y soluciones contemporáneas que tengan el denominador común de la búsqueda de la sostenibilidad entendida desde todos los ámbitos.

Artesanía y medio ambiente

El edificio está organizado con la planta baja destinada a local comercial y las tres primeras plantas altas, que también se reconstruyen tras la fachada conservada, destinadas a nueve apartamentos  de alquiler. Sobre ellas, una vivienda que ocupa la cuarta planta, a nivel de la antigua azotea, y otra vivienda que ocupa la quinta planta más el espacio bajo cubierta, ambas en propiedad. Se construye una planta sótano de nueva creación, destinada a trasteros y al local de la planta baja.

Colores blancos para fomentar el efecto de la luz natural.

La fachada preexistente se restaura conservando sus elementos originales o reconstruyéndolos de manera fiel. A su vez, se mejoran sus condiciones higrotérmicas.

Con tal fin, se diseña la fachada de las nuevas plantas para proporcionar tamización de la radiación solar y la luz; protección de la intimidad; mantener las máximas vistas (Torre de la Catedral, Iglesia del Carmen, Jardín de Floridablanca…) y, sobre todo, conseguir que no se pierda la personalidad y proporciones del edificio original pese a la presencia de las nuevas plantas. "La intervención se basa en la conservación y puesta en valor del edificio preexistente, y para ello se destinan múltiples esfuerzos, tanto estratégicos como económicos. Estudiamos los elementos más emblemáticos del edificio para que la intervención pueda satisfacer las necesidades programáticas actuales sin perder de vista el valor de lo existente", aclaran desde el estudio.

Diseñado para cuidar de la salud

El edificio del S.XIX se caracteriza por el uso de técnicas de construcción y ornamento locales, como muro de ladrillo macizo, barandillas de forja o molduras, que determinan su apariencia exterior. Con el objetivo de generar una conexión y diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo, se explora el nuevo uso del ornamento y la artesanía con elementos industriales, lenguaje y técnicas actuales. Así, por ejemplo, la celosía de urdimbre de cuerdas de la planta alta o la de acero pulida y troquelada de la primera planta añadida, se realizan artesanalmente por oficios locales.

"Este edificio está diseñado para cuidar la salud y proporcionar la mayor calidad de vida de sus habitantes mediante cuidadosas estrategias que inciden sobre todos los factores que los proporcionan. Entre ellas, destaca el confort térmico, climatización por pared y suelo radiante, sistema de renovación con control de la humedad y pureza del aire. Pero también incorporando técnicas como la biofilia, el bioclimatismo y la eficiencia energética", explican.

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Lo antiguo y lo nuevo

Ensalzar y amar lo antiguo y lo nuevo es el lema de la ciudad de Murcia, y lo que ha llevado a cabo el estudio Santa-Cruz Arquitectura en este sobrio edificio neoclásico del siglo XIX.

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Al llegar la noche

Especialmente llamativo es el cambio de percepción que se produce al llegar la noche, cuando el edificio pasa a ser una envolvente totalmente permeable a la luz interior.

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Reducir el impacto enegético

Para reducir el impacto energético se utilizan diversas soluciones bioclimáticas, como la combinación del SATE con la Inercia Térmica de los antiguos muros, la renovación de las carpinterías con RPT, o la Protección Solar, resuelta con tradicionales persianas exteriores en la rehabilitación y con singulares celosías correderas en la ampliación.

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Relación con la naturaleza

Para recuperar una relación ecológica con la naturaleza que favorezca el bienestar, se incorporan infraestructuras vinculadas al cuidado de la vegetación tanto interior como exterior, así como el uso de materiales, efectos y colores naturales que la evocan.

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Alquiler y en propiedad

Se parte de la preservación de un sobrio edificio neoclásico del siglo XIX en estado de ruina, reconstruyéndolo interiormente para apartamentos de alquiler y elevando dos nuevas plantas para viviendas en propiedad, un modelo residencial mixto que dinamiza y diversifica el perfil social de un barrio con alta densidad de población.

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Adaptándose a las necesidades

Conectando con el lema de la ciudad "Ensalzar y amar lo antiguo y lo nuevo", se conservan y ponen en valor los elementos emblemáticos del edificio preexistente, adaptándolos a las necesidades y domesticidad contemporáneas.

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Efectos de reflexión

El revestimiento de chapa perforada, que protege la planta cuarta, produce efectos de reflexión que van variando en función de la luz y estado del cielo, a la vez que encuadran la fachada antigua para que se puedan percibir sus proporciones.

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Cuidando de la salud

Este edificio de vivienda colectiva está diseñado para cuidar la salud y proporcionar la mayor calidad de vida de sus habitantes mediante cuidadosas estrategias que inciden sobre todos los factores que los proporcionan.

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Manos artesanas

En la ampliación, la celosía de urdimbre de cuerdas de la planta alta o la celosía de acero inoxidable pulida y troquelada de la primera planta añadida, se realizan artesanalmente por oficios locales.

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Un diálogo

Explorando el ornamento y la artesanía a través de nuevas técnicas industriales e introduciendo una reinterpretación contemporánea, se establece un diálogo con los elementos artesanales preexistentes.

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Terrazas ajardinadas

La cubierta del edificio se culmina con terrazas ajardinadas de especies autóctonas, con el objetivo de fomentar la biodiversidad y reducir el efecto isla de calor en la ciudad.