Situado en el barrio de Gràcia (Barcelona), este dúplex proyectado por Co Govers y Joana Ramalhete, del estudio Zest Architecture, es el resultado de la unión de dos plantas independientes para crear una casa familiar acogedora con una sala de música para pequeños conciertos y una biblioteca-estudio.

El edificio, construido para albergar una fábrica, conservaba su esqueleto primitivo, una circunstancia que ha sido determinante en la estrategia de rehabilitación. Sin los tabiques interiores, los espacios han recuperado la amplitud original. También su altura al prescindir de los falsos techos, dejando al descubierto la estructura de bóveda catalana tradicional.

La escalera es la gran protagonista del proyecto. Una pieza escultural de madera de roble blanqueado provista de alacenas para la exposición de los objetos de colección. Al igual que en la construcción de otros elementos se ha preferido siempre la madera maciza en la medida de lo posible. Las paredes tienen un acabado de barro tan liso que parece microcemento. El color irregular del barro les proporciona un toque de gran belleza.

La planta baja se organiza como un espacio amplio y fluido marcado por las distintas zonas de uso. La cocina y el comedor configuran el entorno central, con vistas a la terraza exterior. A un lado se encuentra la sala de música, concebida como un módulo acústicamente aislado. Al otro lado de la cocina se encuentra la sala de estar, abierta también a la terraza, y varios espacios auxiliares.

En la planta superior se sitúa la gran biblioteca-estudio, con estantes de madera de roble de notable espesor hechos a medida. Las demás estancias corresponden a los dormitorios y los baños de la familia.