Cada año se desechan miles de contenedores de transporte tras haber cumplido su vida útil, que es aproximadamente de diez años. ¿Qué hacer con todos ellos en lugar de convertirlos simplemente en un residuo contaminante?

La arquitectura prefabricada, que tiene en la rapidez de ejecución y la modularidad una de sus principales bazas, ha encontrado en este elemento industrial un aliado ideal y un argumento más para apostar por una construcción ecológica y una economía circular que convierta el residuo en materia prima para nuevos productos.

Casa en Dallas (Texas), de Matt Mooney.

Sus medidas normalizadas hacen que puedan transportarse fácilmente en camión. Y los expertos consultados desmontan la creencia de que su forma limita las posibilidades de diseño y restringe su utilización a viviendas temporales para situaciones de emergencia. Hoy en día, pues, es posible tener una casa moderna con todas las comodidades realizada con contenedores.

Interior de una casa prefabricada con contenedores en el Montseny (Barcelona), de la firma Mojuru.

Libertad compositiva

Una duda que surge a la hora de crear casas con estos elementos es si los espacios interiores tienen que limitarse a las medidas de los contenedores. Para Vicente J. Serrador, director de la firma Mojuru, "la versatilidad que tienen a la hora de trabajarlos nos permiten abrir grandes luces interiores uniendo dos o más módulos. Para ello eliminamos en parte o totalmente los cierres laterales de los módulos. Esos espacios se refuerzan adecuadamente para suplir las partes de chapa eliminadas. Con esto hemos logrado abrir huecos en salón de aproximadamente 7,5 metros de ancho –tres módulos unidos en paralelo– por 8 metros de largo. Ahora mismo tenemos en fase de desarrollo una vivienda con una luz en el salón de 5 metros de ancho por 11 de largo".

Para Antonio Sánchez, de la empresa Custom Home, "son muy pocas las limitaciones que se imponen en este tipo de diseño arquitectónico. El contenedor solo nos sirve como estructura el resto es elaborado como en cualquier construcción con la única gran diferencia que se trabaja todo en seco".

Proyecto APROP, edificio de viviendas sociales en Barcelona realizado con contenedores, de Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré. Foto: Adrià Goula

David Juárez, del estudio Straddle3, autor junto con Eulia Arkitektura y Yaiza Terré del proyecto APROP en Barcelona –un edificio de viviendas sociales para personas en riesgo de exclusión realizado con contenedores–, también señala que la envolvente de los contenedores se puede modificar para tener más libertad en el tamaño de los espacios, "pero se debe tener en cuenta que toda modificación conlleva un refuerzo estructural ya que el conjunto pierde resistencia".

Interior de una vivienda del edificio APROP en Barcelona. Foto: Adrià Goula.

Ellos además están explorando otras posibilidades: "En un proyecto de vivienda dotacional para jóvenes que estamos terminando en Caldes de Montbui, también desarrollado junto a Eulia Arkitektura, combinamos contenedores con forjados de madera contralaminada para ampliar la libertad compositiva. La verdad es que cada vez nos gusta más la combinación de estos dos materiales, tan diversos pero que coinciden en las altas prestaciones estructurales y ambientales".

Casa Contêiner Cosentino, espacio diseñado por Marília Pellegrini para CASACOR São Paulo 2019 con dos contenedores y recubierto con Dekton.

Desmontando prejuicios

En cuando a la asociación de la arquitectura con contenedores con una construcción barata y de emergencia, Vicente J. Serrador argumenta que los contenedores están fabricados con acero cortén, "que es el 'top' de los aceros, y a nivel sísmico es una de las estructuras que mejor funciona. Además se han concebidos para ser empleados en transporte marítimo y en las peores condiciones, entre ellas el ambiente salino que es el más corrosivo. Los contenedores se mueven, son levantados por grúas, soportan esfuerzos de cargas y empujes. Utilizar un contenedor como estructura para una vivienda es la mejor jubilación que se le puede dar. Va a estar de relax, por así decirlo".

Los contenedores han sido diseñados en origen para soportar las peores condiciones ambientales, por lo que su resistencia como estructura habitacional está garantizada.

Por su parte, David Juárez reconoce que los contenedores son un recurso válido frente a la emergencia. "En cuanto a alojamiento individual, se puede maximizar de una manera clara y sencilla el número de viviendas por parcela, con el fin de acoger a más personas que necesiten una ubicación inmediata. El tamaño del contenedor cumple con este requisito básico, por lo que podemos usarlos sin apenas modificaciones".

Modelo de vivienda modular en contenedor de Honomobo.

Pero aunque la edificación con materiales reutilizados o reciclados y sistemas modulares no suele relacionarse con altos estándares de calidad, él sostiene que "esta forma de edificar permite alcanzar altos índices de eficiencia económica y ecológica, al tiempo que acorta significativamente los plazos y alcanza cualquier nivel deseado de calidad. La eficiencia económica lograda –a la que no solo contribuye el precio por metro cuadrado, sino lo reducido de los plazos de ejecución–, da lugar a viviendas más asequibles, cada vez más escasas y necesarias."

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