Diseñador, artista, arquitecto, visionario... La pérdida de Virgil Abloh no solo ha dejado huérfano al mundo de la moda, también ha afectado a prácticamente todos los ámbitos que tienen que ver con el mundo de la creatividad. La carrera de este diseñador nacido en Illinois ha sido tan transversal que no basta con contar que, en el momento de su muerte, era director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton y de su propia firma Off-White. Porque en apenas poco más de una década ha sido capaz de revolucionar el mundo de la moda, de tender puentes definitivos entre espacios que hasta ahora no se tocaban y en hacer historia como representante de la comunidad afroamericana de EE.UU. Repasamos algunos de los mayores hitos de su carrera.

Fue la unión definitiva entre la calle y la alta moda

Una de sus primeras aventuras en el mundo de la moda ya era bastante significativa. En 2011 Abloh fundó Pyrex Vision, una marca con la que adquiría ropa de Ralph Lauren a precios reducidos para después estampar sobre ella sus propios diseños y venderla por encima de los 500 dólares. Un concepto de costura “streetwear” que unía el lujo a la cultura del skate y el hip-hop desde un punto de vista casi conceptual y una forma más de reivindicar su pasado como chico de barrio humilde de Chicago. Kanye West, que ya era amigo suyo y del que había dirigido su firma creativa, y Rihanna (la mayor creadora de tendencias en 2009, por si alguien no lo recuerda) se apuntaron rápidamente a sus propuestas.

Fue el creador total

Aunque era titulado en ingeniería civil por la Universidad de Wisconsin y tenía un máster en Arquitectura, Abloh también era productor de música (llegó a pinchar en discotecas de Ibiza) y se formó como pasante en Fendi. Incluso fue nominado a un Grammy por el mejor packaging de un disco con Watch the throne, un álbum colaborativo de Jay Z y Kanye West. Estamos seguros de que no se hubiera quedado ahí...

Abrió caminos para los creadores afroamericanos

Salvando las distancias con Olivier Rousteing, director creativo de Balmain y de origen francés, fue uno de los pocos diseñadores afroamericanos (y el primero estadounidense) capaz de abrirse camino en el negocio de la moda de superlujo. Y además lo hizo con éxito: desde que en 2018 fue nombrado director creativo de la parte masculina de Louis Vuitton, las ventas de artículos de cuero y moda de la firma habían crecido un 20%. De hecho, la firma tiene previsto inaugurar su segunda tienda de ropa masculina en Miami en la próxima Art Basel.

Vio claro el poder de las colaboraciones

Lo que para otros era una excepción para él era la norma. Cada año se atrevía a unir fuerzas con marcas de muy diferentes ámbitos pero en las que siempre tenía algo que contar. Así, colaboró con Evian apostando por el plástico PET reciclado, hizo una exitosísima joint venture con Nike en 2017 (que se convirtió en una de las más vendidas de la marca), con Serena Williams o hasta se alió con el Louvre dedicando una colección a Leonardo Da Vinci. Por cierto, la última presentada hace apenas unas semanas ha sido con Mercedes-Benz.

Museo del Louvre y Off-White de Virgil Abloh

Entendió perfectamente el tiempo en que vivía

Gracias a esas numerosas colaboraciones y a sus creaciones con Louis Vuitton y Off-White, Abloh tenía algo nuevo que presentar cada pocas semanas, fomentando así una presencia en medios y en redes hasta entonces no igualada por nadie. Entendió perfectamente los tempos que el diseño tiene en nuestra época donde tener presencia en redes sociales y aportar algo nuevo cada poco tiempo es totalmente necesario.

Rompió fronteras entre los diferentes campos del diseño

A pesar de tocar tantas áreas distintas, en su carrera era evidente su formación como arquitecto e ingeniero haciendo especialmente incursión en el mundo del diseño. Por ejemplo rediseñó uno de los despertadores más icónicos de Braun, diseñó piezas de arte o fichó a popes del diseño como los hermanos Erwan y Ronan Bouroullec que diseñaron para su firma Off-white.

Así rediseñó Virgil Abloh el icónico despertador de Braun

Y apostó por el diseño asequible

Con la mayoría de sus colaboraciones no apostó necesariamente por el campo del lujo. De hecho una de sus colaboraciones más sonadas fue con Ikea, para la que diseñó la colección Markerad en la que el típico ticket de compra del gigante sueco pasaba a convertirse en una alfombra. Eso sí, conseguir alguna de las piezas de esta colaboración hoy en día a precio asequible es pura ciencia ficción.

Virgil Abloh para su colaboración con Ikea

Unió definitivamente moda y arquitectura

En su colección de ropa masculina de otoño-invierno para Louis Vuitton, creo unas impresionantes prendas de ropa en 3D de edificios icónicos. Allí estaban el Banco de China de Ieoh Ming Pei en Hong Kong, la Torre Eiffel o el Centro Pompidou. Pocas veces un diseñador ha dejado tan claro que moda y arquitectura son dos mundos que se tocan.

Virgil Abloh en la exposicion Eflorescence de la Galerie kreo

Reinventó el concepto de tienda

Ante un nuevo mundo que en el que la compra online, sobre todo en la moda, es la norma, el diseñador repensó el la finalidad de las tiendas de moda en su flagship store de Miami. Lo hizo junto a AMO, el área más experimental de OMA, el estudio de Rem Koolhaas, junto al que diseñó una tienda en la que las ventas eran lo de menos. Se trataba de un espacio multifunción, que ellos mismos definian como “un centro logístico", pensado para albergar un desfile, dar charlas o hasta ser una cafetería..

Hizo de Off-White la marca total

Desde zapatillas hasta prendas de moda, pasando por artículos para el hogar. Con su propia firma se atrevió a firmar todo tipo de objetos entre los que destacamos su colección de menaje. Editada en colaboración con 1stDibs era un ejemplo perfecto de lo que hacía pero adaptadp al hogar: piezas minimalista pero con ecos streetwear y materiales de primera.