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estudio en casa
Proyecto Quico Jorreto. Foto: Eugeni Pons

Hablar de un estudio en casa era, hasta hace no mucho tiempo, hablar de ese pequeño rincón destinado a practicar alguna pequeña afición, disfrutar de un distendido momento de lectura, o del lugar donde los más jóvenes realizaban sus tareas y estudios. Pero con la llegada de la revolución digital, la aparición del trabajo “en remoto” y las políticas de conciliación impulsadas por algunas empresas, los estudios de nuestros hogares —y las necesidades que deben cubrir— han crecido hasta convertirse en autenticas pequeñas oficinas en casa. Un papel cuya importancia en el consecuente presupuesto económico familiar, debería verse reflejado con la construcción de entornos productivos, cómodos y lo más amigables posibles. Lugares que inviten tanto a la comodidad, como a la profesionalidad indispensable de cualquier entorno laboral. Y para que el hacerlo te resulte lo más fácil posible, te presentamos esta pequeña lista con todos los aspectos que deberás tener en cuenta a la hora de montar tu estudio en casa.

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Elige el lugar adecuado.

Está claro que el primer paso que deberás dar a la hora de construir tu estudio en casa, será elegir el lugar perfecto donde ubicarlo. Dependerá de las necesidades que pretendas cubrir, y de la cantidad de espacio del que dispongas. Pudiendo situarlo desde en alguna pequeña habitación que dedicarás especialmente para tal fin, a algún pequeño rincón del salón, el dormitorio o de incluso la cocina. Si pretendes que se convierta en un rincón de concentración y de estudio, asegúrate de escoger un lugar apartado de las principales zonas de circulación y de las habitaciones más transcurridas de tu casa.

Orientar tu escritorio estudio en casa
Proyecto de BBSC. Foto: Eugeni Pons

Orientar tu escritorio

Sea cual sea el uso del que vas a dotar tu nuevo estudio, indispensable será que cuentes en él con un escritorio. Y antes de entrar en los detalles de cómo debería ser, tendrás que tener claro el lugar donde situarlo. Lo ideal será contar con algo de luz natural, así que si tienes esa opción, colócalo preferiblemente junto a una ventana. En ese caso lo mejor es que la luz entre de manera lateral o frontal, y nunca por la espalda. Ya que eso generaría una sucesión de sombras de lo más molestas. De igual manera, la luz de norte, más fría, ofrece una intensidad constante a lo largo del día que estimula la concentración.

Una correcta gama de colores estudio en casa

Una correcta gama de colores.

Una vez pensada la distribución del espacio, llega el momento de decidir qué gama de tonalidades será la más adecuada para nuestro estudio. Si estas ubicándolo en una habitación independiente, lo mejor será optar por colores que inviten a la concentración y a crear atmósferas tranquilas. Preferiblemente colores neutros y cálidos, en intensidades claras y apagadas como blancos o topos. Huyendo en todo momento de estridentes flúor y de gamas demasiado subidas de tono, que no harán sino distraer y centrar nuestra atención visual.

La importancia de la iluminación estudio en casa
Proyecto de StudioMontañana. Foto: Eugeni Pons.

La importancia de la iluminación

Además de esa luz natural que deberemos aprovechar al máximo, en la medida de nuestras posibilidades, habrá también que contar con una correcta iluminación artificial. Lo mejor será dotar a nuestra zona de estudio de, como mínimo, dos atmósferas lumínicas distintas. La primera será de carácter general, de una temperatura cálida, y se encargará de iluminar por completo la habitación. Teniendo que prestar especial atención a que los puntos de las luminarias no generen sombras inadecuadas, y favoreciendo por el contrario que la luz que se transmita de una manera indirecta y tamizada. Por el contrario la otra red de luminarias serán de carácter directo y de una temperatura fría, y a ella pertenecerán las luces y los distintos portalámparas de escritorio cuya finalidad sea la lectura y las labores de estudio.

Proyecto de 70F Architecture estudio en casa
Proyecto de 70F Architecture. Foto: Eugeni Pons

¿Madera o cristal?

Como ya señalábamos, el escritorio será, como superficie de apoyo de cualquier tarea, la pieza central de tu estudio en casa. A la hora de elegir su diseño deberás entrar a valorar la clase de trabajos que piensas llevar a cabo, para que así se adapte lo máximo posible a tus necesidades. Además del diseño, otro factor importante será el de su materialidad. Y mientras las piezas metálicas y de cristal aportan cierto grado de modernidad, no habrá nada como recurrir a una superficie de madera —en cualquier tonalidad— para crear una atmósfera cálida y confortable que invite a la concentración.

[06] Un asiento ajustable estudio en casa
Proyecto de Fabio Fantolino. Foto: Eugeni Pons

Un asiento ajustable

Y si importante era el escritorio, igualmente lo será dar con la silla adecuada. De patas fijas o móviles, con o sin reposabrazos, y la altura del respaldo, serán tan solo algunas de las características que deberás tener en cuenta. Como consejo, apuesta por un modelo ajustable que te permita graduar la altura a las características fisiológicas y anatómicas de tu cuerpo. Y en cuanto al respaldo, asegúrate de poder descansar en él la practica totalidad de la espalda, prestando especial atención a la zona lumbar.

Estanterías y cajoneras estudio en casa
Proyecto de Eduardo Souto de Moura. Foto: Eugeni Pons

Estanterías y cajoneras

Estanterías, librerías, cajoneras… o algo tan sencillo como unas simples baldas donde colocar libros de consulta y diferentes clases de material, será también algo fundamental de cualquier estudio. Sea grande o pequeño, lo ideal será disponer de dos espacios diferenciados. Uno, el más accesible, donde colocaremos aquello que utilizamos con más asiduidad. Y otro donde almacenar ese material de consulta de uso menos frecuente.