Con solo 45 años, Inma Bermúdez ya puede presumir de ser la ganadora más joven del Premio Nacional de Innovación y Diseño. El jurado ha destacado la “trayectoria de honestidad creativa y compromiso con la sostenibilidad medioambiental y social” de una profesional que “ha conseguido alzarse como un nuevo referente del diseño español en el panorama internacional, preservando la impronta de su mirada femenina y de su identidad mediterránea”.

Inma Bermúdez es la diseñadora detrás de la exitosa lámpara transportable con batería recargable Follow Me, un diseño para Marset que, para muchos, marcó un antes y un después en el sector nacional e internacional de la iluminación. "Quería un objeto cálido que enamorase", dice de su diseño más emblemático. Bermúdez también es reconocida por ser la única española que colabora ininterrumpidamente con IKEA; lo hace desde 2006. Lo que más le satisface de trabajar con la firma sueca es ir a casas de sus amigos y ver sus piezas. A lo largo de su carrera, también ha trabajado para firmas como Lladró –recibió la llamada de Jaime Hayon para participar en el proceso de modernización de la firma– o Rado y en países como Alemania, Portugal, Francia, India o Colombia.

Inma Bermudez junto a Lorenzo Meazza, responsable global de eventos de IKEA.

La diseñadora recibió el premio que entrega el Ministerio de Ciencia e Innovación en Valencia, la ciudad a la que se trasladó de pequeña, procedente de su Murcia natal. Montó su propio estudio hace ahora doce años y en la actualidad vive junto a su pareja, el arquitecto Moritz Krefter, en Cheste, a 30 kilómetros de la capital de la Comunidad Valenciana, en una casa de campo sostenible, de cristal y cemento, que emplea energía solar y cuenta con su propio huerto ecológico y una piscina natural libre de químicos. Bermúdez se ha mostrado satisfecha de que el jurado haya subrayado “su empeño de innovar a través de nuevos procesos y el desarrollo de materiales más respetuosos con el medio ambiente y la sociedad, en un momento en el que la materialidad de los objetos cotidianos ha de estar en plena sintonía con los objetivos de desarrollo sostenible”.

El premio es el celebrado reconocimiento a esta profesional, que estudió becada en Alemania e hizo prácticas en los talleres de Vitra en Francia y que tiene la habilidad de dar una nueva vida a los objetos cotidianos: vajillas, iluminación, floreros, candelabros, muebles o productos de baño. El trabajo de Inma Bermúdez "evidencia la elegancia, exigencia de calidad, disciplina y entrega que la convierten en un ejemplo a seguir para los diseñadores y diseñadoras del siglo XXI", según el Ministerio de Ciencia, que también ha destacado que "su compromiso con el diseño se expresa a través de un excelente y reconocido trabajo creativo". ¡Muchas felicidades!