Está claro que tras el confinamiento una de las cosas que más hemos echado de menos ha sido el contacto con la naturaleza. Hasta incluso aquellos afortunados que han podido disfrutar de terrazas y balcones se han lanzado a comprar plantas y flores para decorar las habitaciones de sus casas.

Felices y simpáticos, estamos seguros de que estas esculturas se convertirán en grandes protagonistas de las fotos de instagram de los visitantes a los jardines.

Sin duda el ilustrador Jean Jullien ha sido uno de los que más la ha echado de menos. Qué otra cosa se puede deducir de la instalación que ha creado para el festival Le Voyage à Nantes, uno de los pocos que ha mantenido su programación durante este año, aunque la ha atrasado del 8 de agosto al 27 de septiembre. En palabras de los organizadores, "la naturaleza de Le Voyage, que ofrece a los visitantes la oportunidad de descubrir nuevas obras de arte al aire libre a través de un inspirador itinerario a pie por Nantes, permite a los visitantes socialmente distanciarse al aire libre, mientras disfrutan de las numerosas obras de arte e instalaciones que se han encargado en espacios públicos en toda la ciudad ".

Relajados y felices, así están estos gigantes de colores en los jardines de Nantes.

Nantes es la ciudad natal de Jean Jullien, y ahora sus desgarbadas creaciones han saltado del papel a los espacios de Le Jardin des Plantesen forma de grandes bloques planos con una marcada línea negra. Los personajes del francés juegan en los estanques y abrazan afectuosamente los árboles como si no hubiera mañana.

Cada escultura ha sido diseñada de acuerdo con el estilo típicamente esquemático del diseñador gráfico, y está hecha de láminas planas de metal doblado o espuma de poliuretano que han sido recubiertas con colores brillantes y delineadas con pintura negra. "La idea es tener varios niveles de significado", dijo el artista, "algo que les hable directamente a los espectadores, pero que también les permita detenerse por un momento y apreciar los alrededores".

Las esculturas son de metal y se han pintado con colores alegres y brillantes delineados con la característica línea nídida de Jean Jullien.

Se trata de cuatro gigantes de colores intensos que disfrutan de la naturaleza que les rodea. Uno de ellos, de color rosa, chapotea sobre su espalda en el lago mientras escupe agua; otro de color azul rastrillea las hojas que han caído de los árboles; el personaje naranja camina entre los jardines dejando que su melena hecha de plantas se entreteja con el césped de los jardines, y un trío azul, amarillo y naranja estira sus brazos hasta abrazar un conjunto de árboles. Todos ellos nos contagian con una sonrisa que nos hace pensar en lo felices que somos cuando conectamos con la naturaleza.

Jullien nació en Nantes, por lo que esta instalación es aún más especial si cabe para él.