Mercantic nació en 1992 bajo el auspicio de Octavi Barnils, albergando a 10 comerciantes locales y con la intención de impulsar  a los anticuarios de la zona. Hoy, 30 años después, Barnils y su equipo trabajan por mantener las raíces de este pionero mercado, conservar los oficios tradicionales y velar por la subsistencia del sector del anticuariado y la almoneda, que actualmente ya representa el 80% del total de tenderos.

Un día cualquiera en Mercantic.

Situado en una antigua fábrica de cerámica de Sant Cugat, Mercantic es más que un mercado de pulgas. Se trata de un gran espacio cultural de 15.000 metros cuadrados y 150 comerciantes, que ofrece una gran variedad de expresiones creativas, artísticas y cuinarias. De esta forma, entre sus calles, pueden encontrarse antigüedades de todas las épocas, estilos y precios; diseños firmados por arquitectos y diseñadores referentes como Miguel Milá, Coderch, Le Corbusier o Charles Eames; adquirir libros en la librería de viejo El Siglo, con el fondo editorial más grande de España con 150.000 títulos; disfrutar de más de 150 conciertos anuales, así como de una amplia propuesta gastronómica de cocina local y de temporada de la mano de restaurantes como Can Gula o la Cocina Inquieta, entre otros.

Todos los libros que imagines.

"Veteranos como Ángel Álvarez, de Lámparas Ángel, icónico comerciante de iluminación; Fernando Vallet Palau, de Restauracions Palau, experto restaurador de muebles; Santi Maeso, de Last Century Art, especializado en antigüedades del siglo XX; y Cristóbal Ortega, con todo tipo de almoneda y antigüedades, son algunos de los clásicos presentes desde los inicios del mercado", aseguran desde la organización.

 


La voluntad de redescubrir

En el marco del 30º aniversario y bajo el concepto de ‘redescubrir', ideado pro la agencia creativa Folch, Mercantic ha decidido, en palabras de Octavi Barnils, fundador y propietario de Mercantic, "repensar" la organización de su gran espacio comercial y renovar su identidad de marca. Esta transición, una más en la historia de este recinto, se ha enfocado en concentrar un tipo de experiencias u otras en dos áreas diferenciadas del mercado, la interior y la exterior

En el espacio interior, denominado Nau Central, abierto de martes a domingo, se concentran ahora exclusivamente negocios dedicados a antigüedades y almoneda, así como propuestas de aprendizaje enfocadas a estos ámbitos.

La gastronomía cobra otra dimensión.

En el espacio exterior, abierto los fines de semana e integrado por diferentes zonas como el Districte Antic o el Barri de les Casetes, en esta etapa agrupa a artesanos, decoración, moda de segunda mano, puestos de restauradores de muebles, subastas de todo tipo de productos y comerciantes ambulantes que los domingos exponen sus productos a pie de camión. "Conciertos semanales, libros y una amplia selección gastronómica de cocina local complementan esta variada oferta en el exterior, confiriendo a este espacio un vibrante ambiente de mercado", añade Barnils. Tampoco faltan iniciativas singulares como el Espacio WEM, un punto de encuentro para emprendedores y start ups creativas.