Cosméticos especiales con los que mimar a tu madre en su día

“Bal d’Afrique es una de mis primeras fragancias. En el momento de su formulación estaba obsesionado con la traducción de recuerdos en aroma. Al mismo tiempo, me sentí lo suficientemente seguro como para incluir un componente imaginario. Mi padre vivió y viajó por África durante unos15 años. Leía sus diarios, la forma en que viajaba en barcos de carga, conocía a todo tipo de personas diferentes... Para mí, ésta era la fantasía de llegar a este continente, a través de las palabras de otra personas. Esto es lo que refleja Bal d’Afrique, un viaje imaginario, así como una celebración completa de cómo veo la cultura africana y su influencia", dice Ben Gorham, director creativo y fundador Byredo sobre esta línea en la que el neroli, la caléndula africana y la madera de cedro marroquí sobresalen.

Fundada en 2006, esta marca de perfumes y productos de belleza es una de las más interesantes del sector y se ha convertido en firma de culto. Con un enfoque discreto y calidad en los materiales usados, sus fragancias apuestan por la sencillez, tanto en aroma como en diseño. En la apuesta olfativa impera la sobriedad: cada uno de sus perfumes está marcado por una idea.

Esta marca de origen indio y suizo ha sido creada por Anju Rupal. Su línea de productos es pequeña, pero poderosa y con unas formulaciones inspiradas en la herencia de la creadora que aprovechan el poder curativo de las plantas de Ayurveda y la ciencia botánica suiza.

Su aceite facial Kaylana es puramente orgánico. Contiene pétalos de rosa cultivados de manera biodinámica en las faldas del Himalaya y penetra profundamente, ayudando a recuperar la piel desde las capas inferiores. Es adecuado para todo tipo de pieles. Tiene un precio de 125 euros y está a la venta en Abanuc.

Médico y catedrático, Augustinus Bader es uno de los principales científicos mundiales en la investigación de células madre y biomedicina y el creador de un revolucionario tratamiento médico que activa los procesos regenerativos innatos del organismo. También ha ideado cosméticos para el cuidado de la piel cuya fórmula se basa en que son las propias células las que reparan la piel desde dentro.

Bader se hizo mundialmente conocido en 2008, cuando creó su primera loción revolucionaria que servía para tratar quemaduras de tercer grado sin necesidad de cirugía. Siguiendo esta fórmula, llegó a la conclusión que de la misma manera que se cura una lesión, se minimiza el proceso de envejecimiento. Avalado por el éxito de su tecnología, lanzó dos cremas faciales: The Cream y The Rich Cream, que se convirtieron en cosmética de culto entre las celebrities. Para regenerar, reparar e hidratar la piel del cuerpo tiene The Body Cream, el complemento perfecto para los regímenes de cuidado de la piel. A la venta en Abanuc.

El sueco Jan Ahlgren dejó su pequeña ciudad natal y empezó a viajar por Europa: trabajó de modelo en París y en 2015, se mudó a Nueva York. Allí se enamoró de la ciudad de los rascacielos y de una chica, que luego se convertiría en su mujer y compañera de aventuras de Vilhelm. Allí comenzó a diseñar bolsos personalizados con la idea de perfumar las pieles con un aroma único y duradero. Poco a poco se fue sumergiendo en el fascinante poder del aroma para obtener, capturar y transmitir emociones. Fue el origen de Vilhelm Parfumerie, un nombre que rinde homenaje a su abuelo y “un tributo a esos recuerdos y al glamour de su época, expresada en nuestro contemporáneo lenguaje estético y olfativo", ha explicado el fundador.

Su Mango Skin (210 euros) es una invitación a experimentar con los sentidos. "La fruta está empapada de calor, color y energía, y el néctar es pesado con dulzura. Con un solo bocado, puedes sentir el mango en tus venas. La hermosa mentalidad, la naturaleza incontrolada y la energía mágica de Sudáfrica tuvo un magnífico impacto en mí durante mis viajes por allí”, explica el fundador de la marca que se puede adquirir en Abanuc.

Según esta firma francesa, crear perfumes es un arte y el arte es un viaje imaginario de la mente y los sentidos a través de maravillosos y lejanos paisajes olfativos. Nacida en 1961, en el parisino boulevard Saint-Germain de la mano de tres amigos, esta marca de cosmética elabora perfumes únicos y muy personales, velas y aromas para la casa, el hogar, para la oficina y hasta para el coche.

Las velas de Diptyque se crean en un proceso artesanal a partir de materias primas naturales. La calidad de los ingredientes es el pilar para que sus aromas estén totalmente conseguidos y sus fragancias florales son capaces de hacernos volar con la mente a paisajes naturales.