Perfumar lleva su tiempo

Las fragancias para el hogar son los nuevos-objetos-decorativos. En la repisa del salón, junto a unos platos de cerámica comprados en el sur de Francia o a aquella figura metálica que adquiriste en una galería de Londres, pide sitio la nueva sensación de diptyque, un aroma con forma de reloj de arena diseñado por la responsable creativa de la empresa Myriam Badault y producido por Servaire & Co que estará a la venta a partir de mayo.

En una presentación que tuvo lugar en París, diptyque mostró la nueva colección de aromas Le Sablier, en un acto con constantes referencias al tiempo: un gran reloj redondo apoyado en la pared, una vitrina llena de modelos de todas las épocas, un dispensador de cuentos de uno, tres y cinco minutos... 1 hora es lo que dura el ciclo de difusión del nuevo perfume de diptyque, tras el cual basta con darle la vuelta para volver a empezar. Y así, durante tres meses. Noventa días.

La nueva colección de esta centenaria firma está formada por seis fragancias entre las que destaca la 34 boulevard Saint-Germain, que reproduce el aroma de la primera tienda en París, una mezcla de bosques tupidos, madera y especias exóticas. También se puede escoger entre el olor de una rosa recién cortada, la pureza del jenjibre, la suave flor de azahar, la calidez y frescor de la higuera o el irresistible encanto de las bayas.

Todas están indicadas tanto para perfumar espacios pequeños con una superficie inferior a los veinte metros cuadrados, como para crear ambientes sutilmente perfumados en estancias de mayor tamaño. El proceso de extracción del perfume revela, en tres pasos, la sutileza del resultado. Primero se coloca un globo de vidrio con un pequeño aspirador de aire encima del vegetal elegido. Después, las moléculas odoríferas quedan atrapadas en un microfiltro. Y a partir de ahí, se crea una fórmula que reproduce el perfume de la planta de la manera más precisa posible.