Estamos tan acostumbrados al ruido de los coches, al asfalto y a la contaminación que ya lo percibimos como nuestro hábitat. Sin embargo, es en los lugares naturales, como la playa, donde sigue saliendo nuestra verdadera esencia. Así lo refleja Juliana Castelo en cada uno de sus cuadros. Esta brasileña afincada en Barcelona encuentra la inspiración en las personas que se desplazan hasta la playa para desconectar. Allí halla modelos reales, en momentos igual de reales, que captura con su cámara y que luego traslada al papel en forma de preciosas acuarelas.

"Los niños son esencia pura, cualquier cosa les sirve para crear un mundo y divertirse", declara.

"A veces, hago los dibujos in situ, ¡es un ejercicio que me encanta!", nos cuenta. "Pero con las fotos, puedo capturar mejor los gestos, y luego, sentarme en casa con calma a pintar", comenta. "Me gusta mucho el contraste de luces y sombras y, a veces, en un dibujo en directo, no me da tiempo de detenerme en esos detalles", explica. Por eso recurre a la cámara y, en el tiempo que lleva dedicándose a esta labor, ha acumulado decenas y decenas de fotos.

No todas pasan el filtro. Solo algunas de ellas, las más especiales, acaban inmortalizadas por su pincel. Pero, ¿cómo escoge a la favorita? "Voy mirando cuál me llama la atención, cuál conecta más conmigo en ese momento y entonces la pinto", resume.

 En seguida que vio a esta madre y a este hijo en un playa de la Costa Brava al final de la tarde, supo quería pintarlos.

La playa le permite retratar a las personas tal y como son, en momentos de libertad. En contacto con el sol, la arena y el mar, los cuerpos se relajan y afloran nuestras expresiones más sinceras. "Es un lugar en el que estamos presentes. Y eso cuesta mucho hoy en día, ¿no?", pregunta. "Con tantas interferencias y tantos estímulos, el contacto con la naturaleza nos despierta ese lado más salvaje , más natural", dice.

Nacida en Río de Janeiro, Juliana asegura que tiene una conexión muy fuerte con el mar. "Como decimos en Brasil, bañarse en el mar es como lavar el alma. Una energía que te renueva", explica. Por eso, no temas si el próximo día que bajas a la playa, la descubres tomándote una fotografía mientras tomas el sol. Es posible que tu imagen acabe convertida en un bello cuadro.