Este otoño abre, por fin, la primera tienda Ikea de segunda mano. Lo hace en Eskilstuna (Suecia), en un lugar muy especial: el centro comercial ReTuna, el primero de ropa reciclada del mundo.

Inaugurado hace cinco años, ReTuna ha despertado la curiosidad internacional desde sus inicios. Por su aspecto, recuerda a otros centros comerciales, pero la gran diferencia es que aquí, lo que venden las tiendas es, exclusivamente, reciclado, orgánico o producido de manera sostenible.

Ikea quiere dar vida a esos muebles que la gente devuelve con un espacio dentro del centro comercial de segunda mano más grande de Europa

"Es muy divertido que Ikea escoja ReTuna para abrir su primera tienda de segunda mano", sostien Sofia Bystedt, gerente de este centro comercial. "ReTuna es un escenario único en el mundo, donde tanto las pequeñas como las grandes empresas pueden explorar nuevos conceptos y crear soluciones sostenibles". Y añade: " Juntos, seremos más fuertes en nuestra misión más importante: salvar la tierra".

"En Ikea, queremos ser parte de la transición hacia una Suecia más sostenible y justa. El cambio climático no se puede resolver a través de la teoría, sino con la práctica; con ejemplos en la vida cotidiana", declara Jonas Carlehed, director de sostenibilidad de Ikea Suecia.

El compromiso de Ikea es evidente, ya han lanzado textiles hechos de plásticos recogidos del mar y muebles hechos totalmente de plástico reciclado

La decisión de abrir esta tienda de segunda mano está alineada con su objetivo de lograr una vida más sostenible y, al mismo tiempo, allana el camino para poder cambiar el modelo de negocio de lineal a circular. En la actualidad, una parte importante del trabajo de sostenibilidad de Ikea consiste en que todos los productos sean diseñados sobre la base de los principios circulares y a partir de materiales reciclados.

"Si queremos lograr nuestros objetivos de sostenibilidad, es hora de desafiarnos a nosotros mismos y probar nuestras ideas", dice Carlehed. Con esta iniciativa, los muebles y accesorios de Ikea tendrán una segunda oportunidad. Y el consumidor también podrá adquirirlos a un precio muy sostenible.