Para diseñar este hotel en el estado de Oxaca, en México, el arquitecto Ludwig Godefroy aunó una serie de referencias que, aparentemente muy diferentes, acaban resultando la mezcla perfecta. Aquí concurren ecos a obras de la arquitectura hidráulica a lo largo de la historia, al legado de Le Corbusier y a la tradición del propio emplazamiento, en medio de un paraje natural, del edificio. El resultado se ha llamado Casa TO, un templo brutalista tan espectacular como pacífico en el que la tranquilidad manda.

Según explican desde el propio alojamiento, su nombre, Casa TO, surge de la idea de reinterpretación de un templo oaxaqueño, un espacio que busca generar una experiencia sensorial radical con tan sólo adentrarse en él. En su superficie de 600 metros cuadrados, Godefroy ha cultivado estética y funcionalidad, enfatizando la honestidad de las texturas de los materiales en bruto entre los que llama la atención el cemento, el acero, la arcilla y la madera.

En la obra, el arquitecto se ha inspirado en dos obras hidráulicas históricas: la Cisterna Basílica de Estambul del siglo sexto y la Hornsey Wood Reservoir del Finsbury Park de Londres del siglo XIX. Estas dos grandiosas estructuras sirven para perfilar el edificio en el que reina la contundencia de los muros y la vegetación con brotes de enredaderas y árboles frutales de plátano y maracuyá.

El punto focal de Casa TO es, sin embargo, la piscina infinita cubierta y su zona de solarium. En la primera se pueden apreciar volúmenes abovedados al estilo de Le Corbusier con trazos rectilíneos, muros de carga expuestos, estructuras ligeras e interiores abiertos. El solarium dispuesto a manera de gradas cuenta con divisiones que favorecen la intimidad y es contiguo a la zona de suites (solo hay nueve) especialmente diseñada para combatir las altas temperaturas de la zona gracias a diferentes jardines y terrazas.

El interiorismo de Casa TO se ha basado en la vegetación circundante, especialmente en la palmera azul de Madagascar, que se ha mezclado con la paleta cromática de los propios materiales del edificio: cemento, acero inoxidable... Además, se han añadido toques turquesas y acentos amarillos, azules y verdes. Se incorporó también mobiliario artesanal de expertos ebanistas de Puebla, Guadalajara y Oaxaca que, aunado a las piezas de bambú diseñadas por Tiago Solís Van Beuren, enfatizan las texturas. Además, Casa TO cuenta con una planta de tratamiento de agua con la que se reutiliza el líquido para las áreas verdes, cuenta con instalación de paneles solares para almacenar energía y una política de cero plásticos.

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Jaime Navarro

Ubicada en Oaxaca, en México, Casa TO se ha planteado como un templo de descanso.

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Jaime Navarro

El hotel es obra del arquitecto Ludwig Godefroy.

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Se ha construido en cemento, madera y acero inoxidable.

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Cuenta con una superficie de 600 metros cuadrados.

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La piscina cubierta es el centro neurálgico de todo el hotel.

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En la obra, el arquitecto se ha inspirado en dos obras hidráulicas históricas: la Cisterna Basílica de Estambul del siglo sexto y la Hornsey Wood Reservoir del Finsbury Park de Londres.

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La piscina cuenta con volúmenes abovedados al estilo de Le Corbusier.

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La piscina cuenta con una zona de solarium que conecta con las suites.

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El hotel está especialmente diseñado para combatir las altas temperaturas de la zona gracias a diferentes jardines y terrazas.

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El interiorismo de Casa TO se ha basado en la vegetación circundante, especialmente en la palmera azul de Madagascar.

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Exterior del hotel Casa TO.

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En el interiorismo se añadió  mobiliario artesanal de expertos ebanistas de Puebla, Guadalajara y Oaxaca.

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Una de las suites del hotel.

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El hotel se encuentra la frente a la Comunidad Ecológica de Zicatela.

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Los interiores cuentan también con piezas de bambú diseñadas por Tiago Solís Van Beuren.