El pasado mes de diciembre de 2021 se falló la edición 2020 del Concurso Internacional de Diseño Porada esponsorado por la firma italiana junto con POLI.design, compañía fundada por el prestigioso Politécnico de Milán, y bajo el patrocinio de ADI, la Asociación del Diseño Industrial del país transalpino. La competición ha otorgado seis premios, tres para la categoría Profesional y tres para la de Estudiante. Los ganadores de cada categoría han sido la mecedora-cuna Soothy, de Cornelius Comanns, y la silla Fiordilatte, de Francesco Canalis, respectivamente.

Silla Fiordilatte, de Francesco Canali, ganadora en la categoría Estudiante.

Soothy, proyecto ganador en la categoría Profesional, combina en una sola pieza de madera las funciones de una mecedora y una cuna, y puede ser utilizada y disfrutada a la vez por padres e hijos. La idea de este diseño surgió de las estrictas medidas de confinamiento que hubo al comienzo de la pandemia de COVID-19, cuando muchos padres se vieron obligados a trabajar desde casa y ocuparse a la vez del cuidado de los hijos. Soothy permite a los adultos trabajar con un portátil o relajarse mientras vigilan a sus hijos pequeños y los calman con el balanceo de la mecedora. Para el jurado que premió el diseño de Cornelius Comanns, esta puede ser una interpretación relativamente libre del tema del concurso, pero en todo caso proporciona un beneficio real que va más allá del simple gesto de sentarse.

Silla Ivy, de Marco Ferriani y Sara Sbolgi, proyecto clasificado en segundo lugar en la categoría Profesionales.

En la misma categoría Profesional, el segundo y el tercer premio fueron a parar a la silla Ivy, de Marco Ferriani y Sara Sbolgi, una celebración de la sabiduría artesanal de Porada, y la butaca Flusso, de Kazuya Maie, otro concepto que actualiza el diseño tradicional de mecedora.

Por su parte, el proyecto ganador en la categoría Estudiante, la silla Fiordilatte, surge del deseo de crear no solo un asiento sólido y moderno sino primordialmente un medio emocional y de relación; uno de esos objetos que se asocian con el corazón de la casa y que sirven para relajarse y despreocuparse. De apariencia sinuosa y elástica, la estructura de madera sólida sirve de conexión de los otros dos componentes, el asiento y el respaldo, realizados con dos cojines de espuma con memoria tapizados, un material elegido por su capacidad de recuperar la forma original cuando se libera del peso. Para su autor, Francesco Canalis, esta característica dota a la pieza de vida e identidad propias.

Butaca-mecedora Flusso, de Kazuya Maie, tercer premio en la categoría Profesional.

Dipping Wager, un taburete fabricado con tiras elásticas de madera, diseño de Karen Tsui, y Menfi, de Lucia Carnevalini, otro taburete formado por una estructura de madera en la que se inserta un asiento tapizado triangular, se alzaron con el segundo y el tercer puesto en la categoría de Estudiante.

El Concurso Internacional de Diseño Porada repartió un total de 10.000 € a todos los proyectos ganadores, de los que los primeros clasificados en las categorías de Profesional y Estudiante se llevaron 3.000 y 2.000 € respectivamente.