¿Quién dijo que lo vintage y lo moderno no pueden ser mejores amigos? En el mundo del diseño de interiores, cada vez gusta más mezclar estilos tradicionales con toques contemporáneos, y una de las maneras más emocionales de hacerlo es rescatando los muebles de la abuela.
Esas piezas llenas de historia, con las que has convivido toda tu vida y que tienen detalles únicos y carácter especial, pueden convertirse en las protagonistas de tu hogar y darle personalidad y un toque de nostalgia que encanta. “Incorporar muebles de la abuela no es mirar al pasado con nostalgia, es hacerlo con criterio. En nuestro estudio creemos que las piezas heredadas tienen un valor emocional y estético que ninguna tendencia puede igualar. Lo importante es saber leerlas”, asegura Javier de la Cruz, director de DmasC Arquitectos.
Si estás pensando en convertir esas joyas del pasado en estrellas del presente, toma nota de estos consejos.
1. Selecciona las piezas con cuidado
Antes de empezar, revisa los muebles heredados o que tengas en casa. Opta por aquellos que tengan un buen estado y que puedan adaptarse a un entorno moderno. Piezas como sillas, mesas, armarios o cómodas con detalles artesanales o acabados envejecidos pueden ser el punto de partida perfecto.
2. Renovación y restauración
No temas en renovar o restaurar estos muebles. Pintarlos en colores neutros como blanco, gris o tonos pastel puede darles un aire fresco y actual. También puedes lijar y barnizar para resaltar la madera natural, combinando así lo vintage con lo contemporáneo. La clave está en mantener la esencia original, pero dándole un toque actualizado. Según De la Cruz, la intervención es clave y se consigue a través de pequeños gestos, como “retapizar una butaca con un terciopelo inesperado, lacar una vitrina en un color vibrante, cambiar los herrajes por otros más limpios. Así logramos que esas piezas sigan contando historias, pero ahora en nuestro lenguaje”.

Cada pieza vintage puede contar una historia y aportar un toque único a los espacios.
N41 Vintage
3. Combina estilos y materiales
Integra los muebles de la abuela con elementos modernos, como mesas de vidrio, sillas minimalistas o accesorios metálicos. La mezcla de estilos crea un contraste interesante y equilibrado. “Un aparador clásico puede convertirse en el foco de un salón contemporáneo si se integra con naturalidad: basta con rodearlo de líneas limpias, texturas neutras y un contexto que lo deje respirar”, explica De la Cruz.
4. Juega con la decoración
Complementa los muebles renovados con textiles modernos, plantas verdes y objetos decorativos actuales. Esto ayuda a suavizar la apariencia vintage y a integrarlos armónicamente en un ambiente actual. “No se trata de disfrazar el mueble antiguo para que parezca moderno, sino de ponerlo en valor. A veces solo hace falta cambiar el entorno, no la pieza. Un espejo barroco en una pared blanca mate o una mesa de nogal junto a sillas minimalistas. En estos contrastes está la sofisticación”, asegura el experto.

La mezcla de estilos crea un contraste interesante y equilibrado
Catherine Scoffoni
5. Espacios abiertos y luminosos
Los muebles de la abuela suelen tener un carácter acogedor, por lo que funcionan muy bien en espacios abiertos y bien iluminados. La luz natural resaltará sus detalles y aportará frescura al conjunto.
6. Crea historias y recuerdos
Incorporar estos muebles no solo es una cuestión estética, sino también emocional. Cada pieza puede contar una historia y aportar un toque único al hogar, haciendo que cada espacio sea verdaderamente especial y lleno de significado. “En pisos modernos, donde cada metro cuenta, hay que ser muy selectivo. No se trata de llenar, sino de elegir con intención. Un solo mueble bien elegido puede elevar todo el espacio y darle una identidad única”, sentencia el experto.