El mueble clásico de salón que nuestros abuelos y abuelas tenían en casa vuelve como última moda en decoración

Cada vez que vemos una vajilla portuguesa clásica, manteles con bordados florales o un buró de madera, es inevitable que nos acordemos de nuestros abuelos y abuelas. Estos muebles y detalles marcaron las casas de los mayores de la familia, creando un sello de identidad de toda una generación. Con el auge del estilo retro y vintage, estas piezas están más vigentes que nunca, por lo que no está de más incluir uno de estos elementos tradicionales en nuestros hogares contemporáneos. De hecho, hay uno que durante mucho tiempo ha sido el gran olvidado y que, ahora, ha vuelto con mucha fuerza: el secreter.

El secreter es un escritorio pequeño que cuenta con un tablero plegable que se puede ocultar cuando no se está utilizando. Tal y como su propio nombre indica, su secreto se basa en que tiene una larga extensión para escribir, sin que sea perceptible a simple vista. Además, cuenta con numerosos cajones con el objetivo de sumar la máxima capacidad de almacenaje.

Naomi de @amarillosillon, experta en diseño de interiores y creadora de contenido, ha desvelado a través de sus redes sociales que este mueble que nos hace pensar en nuestros abuelos y abuelas va a estar muy presente en las casas modernas. "El secreter parecía haber desaparecido, pero en verdad ha vuelto con nuevos usos", comenta la profesional.

"Los secreters antiguos ya no se utilizan para escribir", dice la experta en diseño de interiores

Tradicionalmente, los secreters han tenido dos usos muy específicos: el primero es el de escritorio. Los mayores de nuestra familia han aprovechado su superficie para el estudio, la lectura y dar rienda suelta a la creatividad. Por otro lado, también ha tenido la finalidad de ser un mueble con mucho espacio para guardar. No obstante, actualmente el objetivo de este elemento ha dado un giro de 180º. "Hoy en día, los secreters antiguos ya no se utilizan para escribir. Se han convertido en verdaderas piezas decorativas", comenta Naomi.

Uno de los nuevos usos de los que habla la experta en diseño de interiores es el de convertir el secreter en un bar casero, donde se deposita la cristalería y las botellas. "Aportan un toque clásico y elegante a cualquier espacio", afirma. Y es que para esto, nos tenemos que asegurar que su tabla sea resistente y fuerte. Para ello, la mejor opción es apostar por uno de madera de roble.

Por otro lado, el secreter también puede tener su lugar en un dormitorio. La creadora de contenido comenta que lo podemos utilizar como "tocador vintage", con el objetivo de dejar todo aquello que tiene que ver con nuestro cuidado personal. Para lograr esta meta, se puede poner un espejo cuadrado apoyado sobre su superficie. Además, también dice que puede ser perfecto como estación de café.

Secreters de diseño modernos, pero con guiños al pasado

Secreter moderno de madera — archiproducts

Estructura discreta

Los secreters clásicos tienen una base voluminosa que ocupa mucho espacio. Los que son más contemporáneos han decidido abandonar esta idea y optan por estructuras más discretas y finas. Este es el caso del modelo de la marca ClassiCon, del diseñador Konstantin Grcic. La pieza es de 1993 y cuenta con tres materiales muy resistentes: la madera, el acero de las patas y el cuero de la tabla. La combinación de todos ellos hace que el mueble gane mucha personalidad.

Con mucho almacenaje

Que un secreter tenga numerosas baldas para poder guardar, es un gran punto a favor. Se pueden aprovechar para dejar los objetos relacionados con la escritura e, incluso, para exponer algunos detalles decorativos. Este modelo de KILLEM, de la marca AMPM, cuenta con muchos estantes en su parte inferior. Está hecho de madera de nogal y su tabal se pliega a la perfección gracias a los cables de metal.

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