Es un auténtico problema, porque nos pasamos todo el año cuidando y mimando a nuestras plantas de casa, y cuando llega el verano y queremos irnos un tiempecito de vacaciones pues claro, ¿a quién dejas al cargo? ¿Y si no puede nadie? Esto genera todavía más estrés. Para evitar todos estos sinsabores que nos pueden amargar los días de relax, desde Interflora nos han dado 10 consejos que harán que cuando volvamos encontramos a nuestras verdes amigas tan espléndidas como cuando las dejamos, ¡toma nota!

 


1. Una puesta a punto

De cara a los días que no podremos ocuparnos de ellas, lo primero que hay que hacer es una puesta a punto. Esto es: retirar las hojas secas, cortar la ramas secas, limpiarlas el polvo, añadir tierra o fertilizante si hiciera falta.

 


2. Ojo con la luz

La luz directa no es muy buena, y menos con las altas temperaturas del verano. Lo mejor es encontrarles un lugar templado, con buena luz pero no excesiva ni mucho menos directa. Y a ser posible en una zona que no se caliente demasiado en las horas más calurosas del día.

 

Dedícale tiempo antes de irte y haz una puesta a punto a tus plantas.


3. Cuidado con el aire

Pensando sobre todo en las plantas de exterior, hay que tratar de que no queden expuestas a zonas donde pueda afectarlas al aire o una tormenta ocasional, en caso de producirse.


4. Una botella de plástico

Es el truco más conocido y antiguo para regar una planta cuando nos vamos de vacaciones. Tomamos una botella de plástico y la llenamos con agua. Con una aguja de coser caliente, se perfora la tapa. Una vez realizado este procedimiento, se coloca la botella boca abajo en la tierra, que se irá humedeciendo poco a poco. La única contraindicación: el agua podría salir demasiado rápido o el orificio podría obstruirse, dificultando el riego, por lo que siempre debe probarse.

 

Hay que colocarlas en una zona con buena luz y fuera de las corrientes de aire.


5. Un cono de terracota

Es igual que el truco de la botella pero comprando un cono de terracota, que también va regando la planta poco a poco, aunque tenemos que comprobar que las dosis de agua son suficientes.

 


6. La cuerda de algodón

Se trata de colocar un extremo de la cuerda en la tierra y el otro en un recipiente lleno de agua. De esta manera el agua fluirá por el hilo de manera uniforme y respetando las necesidades de la planta. De nuevo, conviene asegurarse de que la cantidad de agua cubra las necesidades de la planta durante nuestra ausencia.

 

Existen varias formas de mantener nuestras plantas regadas, solo hay que elegir el más adecuado a nuestras necesidades.


7. Gel de riego

Se trata de botes que contienen una solución de gel a base de agua, o en formato perla. Estos últimos se activan poniendo las perlas bajo el agua hasta que dupliquen su volumen, y después se colocan en la tierra.


8. Sistema de riego automático

Es el sistema más caro en comparación con los anteriores y requiere instalación. También en este caso es necesario probarlo previamente. Una vez instalado y realizadas todas las pruebas necesarias, nos permite regar todas las plantas incluidas en el sistema de riego de forma uniforme y constante. 

 

Si sigues estos consejos, tus plantas estarán encantadas cuando vuelvas.


9. Haz una prueba general

No lo dejes para el último día, así que al menos una semana antes de irte, decide el método y ponlo en práctica para ver resultados reales. Así podrás decidir si te convence la forma elegida e irte de vacaciones sabiendo que has hecho lo mejor por ellas, tus amigas verdes.