La época estival es la ideal para cultivar todo tipo de aficiones, en especial la lectura. Tan solo se necesita un buen libro y seguir unos sencillos pasos para acondicionar un espacio cómodo en la casa de verano donde poder relajarse, desconectar y devorar páginas y páginas de esas novelas que tanto apetece disfrutar. Encontrar el sitio adecuado, buena luz y un buen asiento son algunas de las claves para lograrlo.

 

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Sillón Byron con mesa auxiliar
Adrià Goula

Buscar un sitio agradable

Aunque la idea es enfrascarse en la lectura durante mucho tiempo, siempre es agradable levantar la vista y contemplar un hermoso paisaje como el jardín, el mar o las montañas. Ayudará a que la desconexión de la rutina diaria sea mayor.

Por otro lado, disponer de buena luz natural es igualmente deseable, con lo que lo idóneo es ubicar el rincón de lectura próximo a una ventana.

Sofá redondo con cojines azules
Hutomo Abrianto vía Unsplash

Elegir un asiento cómodo

Resulta algo difícil sumergirse en la lectura durante un largo periodo de tiempo si se está incómodo. Por eso, y para evitar molestias musculares posteriores, se recomienda elegir un asiento confortable en el que, además de la espalda, se tenga en cuenta el bienestar de otras zonas como el cuello, la región lumbar y las piernas. En cualquier caso, los cojines son grandes aliados para ello.

Unas cortinas ligeras también van a contribuir a crear el rincón de lectura perfecto suavizando la fuerza de los rayos solares.

Diván con cojín en rincón de lectura
Ferrán Freixa

Colocar una mesa auxiliar

Si el espacio lo permite, es interesante sopesar la posibilidad de añadir un asiento especialmente cómodo estilo diván o chaise longue. La mesa auxiliar será su complemento perfecto para tener el libro a mano, una bebida refrescante o las gafas. Es importante que asiento y mesa se encuentren a la distancia justa, próximos para alcanzar los objetos pero facilitando el paso entre ambos.

Butaca Egg verde manzana y dos mesas auxiliares
Stella Rotger

Aportar color

A la hora de decorar la casa de verano suelen elegirse colores claros para compensar la sensación de calor del exterior. Utilizar colores vivos en cojines, alfombras o la butaca Egg es una excelente manera de refrescar visualmente el espacio. Por otro lado, los materiales naturales suelen ser los preferidos para este tipo de viviendas.

Butaca con mesa auxiliar y lámpara
Eugeni Pons

Añadir un reposapiés

Tras mucho tiempo sentados se empieza a acusar el cansancio y el pesar en las extremidades inferiores. Un reposapiés es la solución 10, tanto si es un modelo distinto al del asiento como si conjunta con la silla y el taburete torneado como en el caso del modelo Lounge Chair, diseño de Charles y Ray Eames para Vitra.

Rincón de lectura en casa de montaña
Eugeni Pons

Reforzar la iluminación

Aun teniendo una excelente luz natural es imprescindible contar con otro punto de luz para no forzar la vista, especialmente a última hora de la tarde. En este sentido, las lámparas de pie permiten crear un espacio íntimo a la vez que liberan espacio de la mesa auxiliar.

Butaca y mesa auxiliar
Eugeni Pons

Añadir plantas

Ya sea en playa o montaña la casa de verano suele estar en sintonía con la naturaleza, tanto por su decoración marina en el caso de las primeras, como por la presencia de flores y plantas propias de la estación en el caso de las segundas. Añadir una muestra de ellas en el rincón de lectura da color y refresca el ambiente. El verde siempre es una buena opción.