Para escapar del estrés urbanita, en medio de un bosque frondoso en el estado norteamericano de Washington, el equipo de arquitectura Eerkes ha proyectado una moderna casa de playa ubicada junto al fiordo de Hood Canal. Desde Surly Crab, como se llama el refugio, las vistas hacia el oeste abarcan el canal y las Montañas Olímpicas. Tierra adentro desde la casa la mirada se pierde en un frondoso bosque con helechos, rododendros autóctonos, madroños y abetos. Los arquitectos han conseguido plasmar las necesidades de sus dueños: tener un retiro en el que reunirse con amigos y desconectar entre la riqueza del paisaje natural.