Un piso de 30 metros cuadrados muy bien aprovechados

El estudio portugués Corpo Atelier se aventura en un reto espacial en este pequeño apartamento hasta dotarlo de funcionalidad y cáracter.

11 de noviembre de 2019, 13:00

Al sur de Portugal, concretamente en la localidad de Vilamoura, el estudio de arquitectura Corpo Atelier ha llevado a cabo la intervención de este apartamento partiendo de pocos metros, tan solo 30 m2, y de la necesidad de proveer al espacio de la máxima operatividad. Para ello, concede el espacio como una caja blanca sin ninguna jerarquía cuyo interior lo articula alrededor de tres objetos lacados de un intenso amarillo, configurados de manera diferente y dispuestos individualmente. Como consecuencia inmediata a tal aportación, la experiencia física del espacio previamente vacío se altera de forma drástica. E inevitablemente la percepción del movimiento de uno, de los límites de la caja y de la posición de los objetos amarillos queda entrelazada. La constante comunicación visual y espacial de los elementos que integran el espacio favorece su integración y su armonía dentro del espacio.

Al ahondar en la importancia de los elementos dentro del conjunto, los autores del proyecto Filipe Paixão, Rui Martins y Susana Café, del estudio Corpo Atelier, apuntan cómo “bajo una inspección más cercana, su forma podría parecerse a una abstracción de los elementos arquitectónicos clásicos: un arquitrabe, una columna caída y un pedestal, dispuestos por separado como un rompecabezas, solo para ser revelados cuando se colocan mentalmente juntos”. A partir de ese paralelismo, se analiza cuál es verdaderamente la importancia de cada elemento: si bien evocando una posible pieza escultórica específica que se adhiere al espacio como si de una sala de exposiciones se tratara; o bien estos objetos amarillos solo tengan valor objetual, como piezas de mobiliario, producidas para almacenar otros objetos menores, tanto en su interior como en la parte superior.

En tal caso, su relación queda ligada no solo por el imponente color sino por su funcionalidad dentro de un apartamento sin paredes, marcando y definiendo diferentes áreas de acuerdo con un uso doméstico específico: desde un vestíbulo junto a la entrada, pasando por una sala de estar situada en el centro de la acción y un dormitorio con vistas panorámicas a la ciudad y al mar al fondo. Puede que el juego espacial brinde varias lecturas, pero a efectos prácticos el resultado del proyecto ahonda en la separación de ambientes en espacios totalmente unificados a partir de piezas funcionales que atraen la atención focal, manteniendo un equilibrio con el conjunto.

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