En la tranquila y últimamente muy de moda región de Comporta, en Portugal, se erige Casa Mija, una sorprendente muestra de armonía entre la arquitectura y la naturaleza. Creada por el estudio portugués Pereira Miguel Arquitectos, esta vivienda de 250 metros cuadrados es el resultado de una ampliación que incorpora elementos únicos y respetuosos con el entorno. El proyecto destaca por la concepción de cuatro volúmenes independientes perpendiculares a la casa principal, unidos por un núcleo de acceso y una impresionante piscina, que se convierte en el corazón de este conjunto arquitectónico.

El enfoque sostenible del diseño se evidencia en la preservación del arbolado existente, integrando los pinos y alcornoques en el paisaje de la casa. Además, se aprovecha la orientación solar favorable para maximizar el confort interior y la eficiencia energética. También llama la atención el ingenioso uso del espacio intersticial, que "facilita la comunicación fluida entre las distintas construcciones, brindando una sensación de un lugar natural y cohesionado", tal y como explican desde el estudio.

 

Cada uno de los módulos alberga una suite independiente con dormitorio y baño.


Fundido con el paisaje

El acceso a la casa se realiza a través de un camino de tablones de madera que serpentea por el jardín y se ramifica para conectar con los cuatro volúmenes. Uno de ellos, en vidrio espejado, se funde con el paisaje, estableciendo una simbiosis sorprendente entre arquitectura y naturaleza.

 

 

El lenguaje formal y el sistema constructivo de los cuatro volúmenes son coherentes, creando un conjunto armonioso. Uno de ellos, de mayor volumetría, es el que acoge las zonas comunes. "La cubierta plana con vigas de madera desmaterializadas en el exterior crea sombra y continuidad espacial, permitiendo una conexión íntima con el paisaje. Además, se ha buscado extender la experiencia interior a espacios de vida al aire libre mediante patios exteriores cerrados en los volúmenes más pequeños. Cada uno de estos módulos alberga una suite independiente con dormitorio y baño, aprovechando la conexión con el exterior a través de las plataformas de cubierta y patios privados". Si algo queda claro con Casa Mija es que es posible combinar el lujo y la comodidad con un enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

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Fernando Guerra /FG+SG

Perfectamente fundido

Fundirse con el entorno era indispensable.

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Fernando Guerra /FG+SG

Va de volúmenes

Diferentes volúmenes para unificar una casa, un criterio original y sostenible.

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Fernando Guerra /FG+SG

Hacia la piscina

Una impresionante piscina central hace de eje, y todos los caminos, llevan a ella.

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Fernando Guerra /FG+SG

En espejo

Uno de los cuatro volúmenes se resuelve en vidrio espejado fundiéndose con el paisaje, estableciendo una simbiosis sorprendente entre arquitectura y naturaleza.

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Fernando Guerra /FG+SG

Interior y exterior

Interior y exterior conforman un todo que no se sabe dónde empieza y acaba.

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Fernando Guerra /FG+SG

Tablones de madera

El acceso se realiza a través de un camino de tablones de madera que serpentea por el jardín y se ramifica para conectar con los cuatro volúmenes.

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Fernando Guerra /FG+SG

Al aire libre

Una zona de jacuzzi al aire libre, con la intimidad justa pero en armonía con el paisaje.

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Fernando Guerra /FG+SG

Materiales que no alteran

Madera, microcemento y vidrio, los materiales ayudan a mantener la calma del paisaje sin alterarlo.

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Fernando Guerra /FG+SG

Patios exteriores cerrados

Se ha buscado extender la experiencia interior a espacios de vida al aire libre mediante patios exteriores cerrados en los volúmenes más pequeños.

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Fernando Guerra /FG+SG

Un poco brutalista

Sencilla, sin adornos, un poco brutalista pero tremendamente funcional y con un diseño único, Casa Mija es muy especial.

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Fernando Guerra /FG+SG

Sombra y continuidad espacial

La cubierta plana con vigas de madera desmaterializadas en el exterior crea sombra y continuidad espacial.