El estudio de arquitectura yh2, fundado en 1994 por los arquitectos Marie-Claude Hamelin y Loukas Yiacouvakis, ha sido el encargado de llevar a cabo la reforma de la Maison Carlier para Joey Mastrogiuseppe y Lisa Wolofsky. Este proyecto de densificación urbana, construido en el corazón del distrito Little Italy de Montreal, combina estructuras que retoman la geometría característica de los edificios circundantes.
Para la firma, la arquitectura es el arte del lugar, tanto aquel en el que se encaja el proyecto, y que transforma, como el más íntimo del espacio interior, que crea. Es por ello que todos los aspectos que atañen a un proyecto se estudian cuidadosamente: integración dentro de un contexto, diseño conceptual, detalles arquitectónicos, diseño de interiores y diseño de mobiliario. Los conceptos se desarrollan de tal manera que cada uno de los elementos debe jugar un papel fundamental en la composición general. Nada es superfluo.
Vista de la cocina
Foto: Maxime Brouillet
En este caso, los arquitectos han aprovechado la singularidad del lote, accesible por dos calles. La casa está establecida sobre un estacionamiento de vehículos al que se puede entrar desde la calle Henri-Julien, y completa, también, la construcción de un sixplex existente en la calle Drolet. El conjunto, organizado en torno a un patio central, crea un múltiplex de dos cabezas, una nueva tipología para este modelo poco común de propiedades.
Detalle de la escalera
Foto: Maxime Brouillet
El proyecto se define por la combinación de dos cuerpos constructivos: un volumen de ladrillo suspendido, atravesado por un bloque vertical de madera y cristal que permite su integración en un espacio urbano inconexo.
A través de una arquitectura compuesta por volúmenes adecuados a su contexto, este proyecto destaca como un trabajo de los materiales y de su implementación conjunta. Se convierte en una arquitectura expresiva cuyos detalles minuciosos y variedad de texturas representan El hilo de Ariadna.
Baño
Foto: Maxime Brouillet