Fueron necesarios 13 diseños hasta que el arquitecto Bruno Pessoa, de Studio Ark , y su pareja, médico de profesión, quedaron satisfechos con el plano para su vivienda de 157 metros en Brasilia, ubicada en un edificio construido para el Banco do Brasil en los años 60. En el proyecto, el arquitecto ha cambiado la distribución anticuada con dos pequeños salones y un comedor separado y ha dado prioridad a la amplitud de la zona social, que aglutina la zona de la televisión, el salón el comedor y la cocina para facilitar la vida a la hora de recibir invitados en casa.

"Hemos ideado una vivienda minimalista que no resulta fría ni incómoda. Aunque no las necesitábamos, hemos dejado tres habitaciones para una futura venta de la casa", explica.

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Julia Totoli

Al entrar

Nada más entrar en la vivienda sorprende un espejo de suelo de Léo Romano, "es una pieza muy poco convencional ya que su inclinación permite ver el reflejo del aparador con el cuadro de Galeno al entrar", indica su propietario.

Sobre el espejo se diseñó y eligió una escultura del artista Eduardo Sued. Los colores y materiales combinan bien con el cuadro y los sillones. La transparencia de la escultura realizada en acrílico trae el mismo pensamiento de translucidez en la mesa de centro.Es la primera obra que se ve al entrar, y llama la atención igual que la naturaleza vista a través de las ventanas de cinta como fondo. El mullido sillón de Sérgio Rodrigues era el sueño de los propietarios, un clásico sillón modernista.

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Sofá como elemento divisor

Como detalla el arquitecto: "Trabajamos un salón con sofá isla para que todos los espacios hablen entre sí, tanto la zona del salón como el espacio de la televisión, la mesa de comedor y cocina. Un panel enchapado en madera natural integra estos espacios".

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El modernismo, muy presente

"Me apasionan los muebles y las obras de arte. Obtuvimos la autorización de la Fundación Athos Bulcão para tener un panel en la vivienda, entonces decidimos trabajar con muebles modernistas y contemporáneos de una manera que se comuniquen entre sí".

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Pinceladas de color

Los sillones Adriana de Jorge Zalszupin se han tapizado en vibrante azul, para que resalten junto al panel.

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Mesa redonda

La mesa de comedor redonda es de Estúdio Bola y su forma circular invita a la conversación Alrededor, las sillas Fina de Zanini de Zanine, "queríamos que tuvieran un diseño más contemporáneo pero con ratán para hacer referencia a diferentes muebles producidos en el modernismo".

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Aparador escultórico

Junto a la mesa de comedor, en la pared blanca, destaca el aparador Alva, de ETEL. Sobre él se ha colocado una obra de Francisco Galeno, artista responsable de la pintura actual de la pequeña iglesia de Nuestra Señora de Fátima, diseñada por Oscar Niemeyer, un atractivo turístico de Brasilia, donde tiene azulejos del Athos.

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Con personalidad

En la zona social destaca la pared revestida en chapa de madera natural, que se extiende desde el salón y llega a la cocina, camuflando dos puertas: la que da a la zona íntima y la del baño. El gran panel con azulejos de Athos Bulcão es otro elemento que aporta identidad.

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La cocina

Una gran isla es el elemento principal de la cocina, que cuenta con fregadero de Corian. En la pared, la nota artística la ponen junto a los electrodomésticos los platos decorativos de Fornasetti.

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Dormitorio principal

Cuenta con un cabecero de latón de cinco metros de largo. "Esta pieza abraza el sillón mostaza de Zanine Caldas, la cama de matrimonio y las mesillas con lámparas de Guilherme Wentz", nos dice el arquitecto y propietario de la vivienda.

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Vestidor

Se ha usado madera natural para interactuar con el suelo de parquet.

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Para invitados

Los otros dos dormitorios están destinados a recibir invitados y familiares. La nota de color la ponen los grabados del artista Eduardo Sued.

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Con Cobogó

En la vivienda no falta el Cobogó, una técnica arquitectónica decorativa característica de las construcciones de Brasilia, donde se ubica la vivienda, y que consiste en crear elementos huecos y ornamentales sobre hormigón o ladrillo de cerámica en paredes separadoras, tanto en interiores como en exteriores, para no renunciar a la luz natural y la ventilación. Destacan también las ventanas en cinta, que enmarcan una vista libre y totalmente verde, que acercan el exterior de forma libre al interior.

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En blanco y negro

Uno de los tres baños de la vivienda, con el infalible juego de blanco y negro.