El estudio de arquitectura vasco Azab ha renovado una casa en las afueras de la localidad de Loiu, en la provincia de Vizcaya, y la ha dividido en viviendas para un matrimonio mayor y su hija. El resultado es un trabajo poético, que huye de soluciones dadas y piensa en la convivencia de dos generaciones de la misma familia.

Para darle forma, Azab dividió horizontalmente el antiguo caserón de los años 80 y dejó un apartamento para los padres en la planta baja, y el de la hija, arriba. "Situada en el hinterland de Bilbao, en esa zona ni rural ni urbana, la construcción Re-House se readapta para combinar la actividad laboral agrícola del matrimonio con el teletrabajo de su hija dedicada al mentoring laboral, y  a la vez que responder al futuro con optimismo resolviendo una vivienda adaptada con la que esperar la vejez a ras de suelo", cuentan desde el estudio.

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Exterior de una casa.
Luis Díaz Díaz

Estructura original

El par de casas tiene sus propias puertas de entrada, pero comparten un pasillo de acceso en la planta baja. En el proyecto se ha aprovechado la estructura original para construir dos formas complementarias de vivir, aprovechando la relación de parentesco.

"Se ha optado por no envolver el proyecto en entornos urbanizados que dulcifiquen su entorno, aceptando y enfatizando la posición abrupta de la casa, tirada al borde del camino, entre huertas y pastos. La imagen lejana se completa con un ejercicio compositivo en fachada que exalta el ornato", detallan deste Azab.

casa azab. ventana exterior. Luis Diaz Diaz 02
Luis Díaz Díaz

Una arquitectura amable con el entorno

El estudio vasco ha plasmado este proyecto con "una arquitectura clara, abstracta y artificial pero también cómplice, abierta al entorno". La fachada del edificio se ha resaltado con un sutil patrón geométrico y repetitivo de rombos que se percibe cuando incide la luz.

casa azab exterior con sillas
Luis Díaz Díaz

Una nueva función para la planta baja

"Si bien, esta vivienda busca disfrutar de la privilegiada parcela que la rodea, no pretende incorporar el paisaje como un constructo urbano denotado, si o proporcionar una mirada lejana y controlada acorde con alguien que pertenece al campo", detallan desde el estudio de arquitectura que ha convertido la planta baja, anteriormente destinada a almacenaje agrícola, en el hábitat del matrimonio.

Cocina con muebles blancos y revestimientos en terracota.
Luis Díaz Díaz

Con planta abierta

Con una superficie útil de 110 metros cuadrados, la vivienda de la planta baja tiene un esquema en planta abierta que centraliza los baños y la cocina en la espina central de la misma. En los extremos del apartamento del matrimonio hay dos dormitorios.

Escaleras y pared revestidas con madera.
Luis Díaz Díaz

Dos casas separadas por las escaleras

Unas escaleras de madera y baldosas separan las dos viviendas que, según el estudio, conforman "dos miradas complementarias: una directa en la planta baja como prolongación directa y bruta del entorno y otra pausada, controlada y furtiva, que desde la planta superior permite sobrevolar el entorno y buscar el horizonte". 

Cocina con muebles rojos.
Luis Díaz Díaz

Una cocina en rojo

En el piso de arriba, el apartamento de la hija se organiza alrededor del espacio de entrada central que funciona como la cocina de la casa y está iluminado por dos tragaluces. Alrededor de este espacio central hay dos baños y seis habitaciones que se pueden utilizar como dormitorios, salas de estar, comedores o estudios.

Cocina con muebles rojos.
Luis Díaz Díaz

Misma gama cromática

En el piso superior, en una coherencia cromática con el de la planta baja, el color rojo tiene un papel protagonista en los muebles de la cocina.

Cocina con muebles rojos.
Luis Díaz Díaz

Hormigón y azulejos

En todos los espacios interiores, Azab ha combinado la sobriedad del hormigón visto con los colores brillantes de los azulejos.  

 

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