Desde su transformación, Villa Fabriana presume de que su mezcla de estilos opuestos funciona. Esta propiedad inicialmente neoprovenzal ha sido renovada por los arquitectos franceses Caprini & Pellerin, con base en Cannes, tomando la tradición vernacular y añadiéndole un volumen de hormigón, una extensión de la sección central de la casa de tres pisos de estilo brutalista que aporta contemporaneidad. "Esta prolongación se combina perfectamente con la arquitectura original, creando capas que aumentan las perspectivas y permiten el diálogo con el exterior. Las fronteras entre dentro y fuera se borran por las numerosas aberturas con ventanas totalmente retráctiles y terrazas con vegetación", señalan los directores del estudio. Su proyecto contempló aumentar la superficie de la casa (hoy de 260 metros cuadrados y erigida sobre un terreno de unos 1.250 metros), llevar luz a las áreas de estar y enmarcar las magníficas vistas a la bahía de Cannes. Para ello mantuvieron el armazón primigenio de la construcción, con su torre circular, que revistieron de piedra para agregarle carácter y crear una transición entre lo antiguo y lo nuevo. "La dualidad de diseño también está presente en los interiores, donde queríamos un ambiente suave y relajante, trabajando con materiales naturales y técnicas artesanales que contrastamos con colores fuertes y materiales puros para lograr una narrativa equilibrada".

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escaleras blancas con vigas de madera
Thomas de Bruyne / Photofoyer

"La dualidad del diseño está presente en los interiores, con texturas naturales y técnicas artesanales que contrastan con colores fuertes y materiales puros para lograr una narrativa equilibrada" - explican Kevin Caprini & Jerry Pellerin.

sala de estar con chimenea de ladrillo, silla de madera, sofá beige y estantería con libros
Thomas de Bruyne / Photofoyer

La chimenea de piedra es un diseño de Caprini & Pellerin. En el rincón, una escultura cerámica de Andrée & Michel Hirlet, en la galería Mélissa Paul de Niza. El sillón es el modelo Carlo, de Honoré Déco, y el sofá, el Linus de Atemporal.

terraza con butacas y vistas al mar
Thomas de Bruyne / Photofoyer

En uno de los balcones superiores se han colocado amplias jardineras con plantas endémicas que optimizan las vistas y las privacidad de la casa. Los sillones son los Alabama de Gommaire, y la mesa, la Floor Small, de teca, de la misma firma.

casa brutalista con jardín y puertas de cristal correderas
Thomas de Bruyne / Photofoyer

La nueva Villa Fabriana conjuga dos estilos: el tradicional de la Provenza y el brutalista, que se aprecia en esta extensión de hormigón que se combina con la arquitectura original, creando terrazas con vegetación propia de la zona. La fronteras entre el interior y el exterior se borran gracias a las numerosas aberturas con ventanas correderas

despacho con escritorio de madera y silla de piel, cuadro grande blanco
Thomas de Bruyne / Photofoyer

Junto a la Spanish Chair, un diseño de Borge Mogensen de 1964 editado por Frederica que acompaña a un escritorio realizado por el dúo Caprini & Pellerin, reposa contra la pared un cuadro de gran tamaño de un artista callejero, Seven Paris.

cocina provenzal rústica con isla y taburetes de madera
Thomas de Bruyne / Photofoyer

El mobiliario de la cocina es de la firma Boffi, con grifería de Nicolazzi.

casa brutalista con puertas de cristal y jardín y terraza con muebles de exterior
Thomas de Bruyne / Photofoyer

La casa goza de unas panorámicas privilegiadas sobre la bahía de Cannes, que se pueden disfrutar desde el sofá modular Copenhague y los dos sillones Alabama, de Gommaire.

dormitorio rústico minimalista con balcón, sillón blanco y cortinas beige
Thomas de Bruyne / Photofoyer

Unas cortinas y un cubrecama de lino Kolomya, de James Malones by Holland & Sherry, visten este dormitorio que, como el resto de interiores, se rediseñó por completo para aumentar los volúmenes y abrir las vistas. Silla Platner, de Warren Platner para Knoll

baño rústico con pared de piedra y mueble de madera
Thomas de Bruyne / Photofoyer

El baño se ha pavimentado con piedra Périgord de Le Petit Atelier, un taller cercano a Cannes que surte a las mansiones de la zona. El resto del mobiliario se ha fabricado según un diseño de Caprini & Pellerin.