La arquitectura actual suele ser fiel a diseños de fachada donde impera la homogeneidad, la proporción y lo comedido. Sin embargo, la nueva capital del arte contemporáneo, Miami, parece querer revelarse contra esta tendencia, cediendo los edificios de la ciudad cada vez más protagonismo a sus pieles. Ejemplo de ello es el recién inaugurado Museum Garage, un volumen de 7 plantas con espacios comerciales, áreas públicas, y un aparcamiento con capacidad para 800 vehículos.
La historia de este edificio se remonta a 2015, cuando Craig Robins, promotor del Distrito del Diseño de Miami, encargó al arquitecto y comisario Terence Riley desarrollar conceptualmente el proyecto. Este se inspiró en un antiguo juego de salón, Cadáver Exquisito, para crear una fachada completamente única, como resultado de la combinación de varios diseños independientes.
El clásico juego fue el preferido en su día por los surrealistas Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara. Lo utilizaban como un medio para obtener creaciones grupales, espontáneas, intuitivas y lúdicas. Recreando el modus operandi del juego, Riley reunió a cinco estudios de arquitectura de todo el mundo: WORKac , J Mayer H , Clavel Arquitectos Nicolas Buffe y K / R. A cada uno de ellos se le asignó un área de la envolvente para que crearan libremente, de forma independiente y ajenos a los diseños en los que estaban trabajando el resto de equipos. La composición final de la fachada debía ser el resultado de un versión arquitectónica contemporánea de Cadáver Exquisito.
El estudio J Mayer H, con sede en Berlín, diseñó una fachada titulada XOX (abrazos y besos en inglés) que se encuentra en la esquina del edificio, con las piezas del diseño de WORKac. La intervención se compone de grandes volúmenes de formas sinuosas con rayas rojas y azules, que se mezclan con pantallas metálicas lacadas en blanco. Las piezas parecen un rompecabezas que flota por encima de la envolvente del edificio. De noche las pantallas blancas se retroiluminan.
La intervención del equipo de WORKac, fue más allá de una simple piel, su fachada adquiere un cierto volumen para alberga en altura una autentica Granja de Hormigas(titulo de la intervención). Sus espacio públicos en miniatura crean un jardín, una biblioteca, un espacio de arte y un patio de recreo. Las áreas de circulación aparecen y desaparecen detrás de una pantalla de metal perforada, proporcionando al interior contraste visual, sombra y protección.
Una de las intervenciones más impactantes del proyecto es la diseñada por la firma española Clavel Arquitectos. Fieles a su estilo desenfadado han elaborado una cuadrícula de 45 vehículos lacados en tonos dorados y plateados. Su trabajo, titulado Atasco urbano, se inspira en el renacimiento de la vida urbana en el Distrito del Diseño de Miami, donde las estructuras antiguas se convierten en espacios revitalizados.
El estudio, con sede en Nueva York, K/R ha creado un diseño denominado Barricada,una fachada estampada en naranja y blanco que toma su forma de las barreras de trafico de EEUU. De los huecos sobresalen grandes cubos de hormigón que vuelan sobre la acera. La fachada se enfrenta al ICA (Instituto de Arte Contemporáneo de Miami), uno de los edificios con mayor interés arquitectónico de la zona, diseñado por el estudio Aranguren y Gallegos.
Por último, el artista francés Nicolas Buffe, afincado en Japón, creó una composición con enigmáticas figuras en chapa negra cortada con láser y plástico de resina de fibra. A nivel de calle, como si de un edificio renacentista se tratará, el diseñador coloca cuatro cariátides de 7 metros de altura a la entrada y a la salida del garaje. La instalación denominada "Juego serio" es el resultado de la yuxtaposición de las dos obsesiones del autor: el anime japonés y la arquitectura barroca y rococó.