El estudio Balzar Arquitectos, de Valencia, recibió el encargo de levantar en Quesa, en la misma provincia, una casa para una pareja ya jubilada que volvía al pueblo de su infancia. Con sus 265 m2, la Casa en los Olivos, terminada en 2023, se llama así porque ocupa el último campo de olivos urbanizable en la periferia del municipio. ¿Quieres verla? ¡Es única!

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Vista de una piscina en un olivar.
David Zarzoso

En un campo de olivos

"Lo primero que planteamos fue cómo hacer una arquitectura que estuviera superconectada con el paisaje", cuenta Txema García, uno de los tres socios del estudio. Para ello proyectaron tres patios que miran al cielo y un porche que funciona como transición entre el interior y el exterior. "Y luego, la estrategia a nivel de implantación fue intentar respetar la trama de olivos existente".

Frente a la piscina,  Lounge Chair y otomana, de los Eames para Vitra,  y butacas LC1 de cuero, de Le Corbusier para Cassina. 

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Piscina con escaleras de travertino iraní.
David Zarzoso

Las escaleras de la piscina son de travertino iraní

Toda la casa utiliza materiales naturales, como el travertino iraní o el mortero de cal, pero en su núcleo es una vivienda industrializada que se ha levantado mediante el Steel Frame, un sistema de edificación liviano inspirado en el Balloon Frame –armazón de globo–, una  tipología constructiva característica de EE. UU. que permitió que toda la estructura se ejecutase en apenas una semana y con mayor limpieza.

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Casa camuflada en un olivar.
David Zarzoso

En medio de la naturaleza

"Empleamos una perfilería de acero galvanizado que funciona como estructura portante y conforma, al mismo tiempo, la fachada y las particiones interiores", explica Txema.

Hay ocho metros de separación entre olivo y olivo. “Lo que hicimos fue insertar la casa en esa trama”, revelan los arquitectos, que solo tuvieron que sacrificar dos árboles.

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Piscina que se mete bajo el porche.
David Zarzoso

Referencias clásicas

El porche, bajo y profundo, protege la casa del asoleamiento directo por las tardes. En la cúpula hay un óculo inspirado en el Panteón de Roma por el que se filtra la luz vertical. 

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Cocina moderna con muebles de madera y grifos de latón.
David Zarzoso

Fundido con el atardecer

El travertino iraní tiene la misma tonalidad  de la tierra, la carpintería de madera es verde como la hoja de olivo y el latón  de las griferías se inspira  en el sol al atardecer.   

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Baño con ducha encastrada den el techo y lavabo de obra.
David Zarzoso

Colores camuflados

“Escogimos colores que integraran la casa en  el contexto y materiales que envejecieran bien”, cuenta Laura. 

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Dormitorio con vistas a un olivar.
David Zarzoso

En equilibrio

Cocina, baño principal y dormitorio (en la foto) comparten tonos y texturas.

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José María García (de pie), su hijo Txema y la pareja de este, Laura Moreno,  el núcleo duro de Balzar Arquitectos.
David Zarzoso

Los artífices del proyecto

Aunque no está certificada como Passivhaus, tiene todos los estándares. "Se instalaron unos paneles solares en cubierta para que prácticamente toda la electricidad fuera autoproducida", cuenta Laura Moreno, el otro pilar de Balzar junto a Txema y el padre de este, José María García. Imposible no rendirse a la belleza sensata de este refugio entre olivos.

José María García (de pie), su hijo Txema y la pareja de este, Laura Moreno,  el núcleo duro de Balzar Arquitectos. 

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