Ha creado desde exprimidores hasta casas prefabricadas, pasando por interiores de hoteles, motocicletas, grifos, perfumes y un largo etcétera. Este visionario del diseño no le hace ascos a ninguna tipología de producto, llegando a firmar una media de 200 proyectos al año, que apenas representan el 5% de lo que le proponen.

Philippe Starck responde sin ambages al perfil de creador estrella, un término que en inglés se pronuncia muy parecido a su apellido (¿Premonición?). Cada aparición suya en público o en los medios deja un rastro de histrionismo y de declaraciones impactantes. El más que ningún otro diseñador o arquitecto es consciente de que en su caso persona y personaje caminan a menudo de la mano.

Casado cuatro veces, desde 2007 tiene como pareja a la que fuera relaciones públicas de Louis Vuitton, Jasmine Abdellatif.

Pero detrás del artificio y la excentricidad (fingida o innata) que acompaña su nombre está un trabajo minucioso de más de medio siglo explorando los límites del diseño. El, que dice odiar las tendencias, a menudo las ha marcado con su espíritu rompedor. Esta larga trayectoria personal y profesional ha dado para muchas anécdotas y datos curiosos, de los que aquí entresacamos los siguientes.

01 Espaldarazo presidencial

Aunque su carrera arrancó a finales de los años sesenta, Philippe Starck se consagró definitivamente en 1983 cuando el entonces presidente, el socialista François Mitterrand, le encargó la reforma de su residencia oficial en el Palacio del Elíseo. Posteriormente, otros presidentes franceses de signo conservador le invitaron a hacer lo mismo, petición que él rechazó por sus firmes convicciones progresistas.

Creado en 1990 para Alessi, el exprimidor Juicy Salif es, junto con la silla Louis Ghost, quizás el diseño más emblemático del creador francés.

02 Creador prolífico de objetos... Y de progenie

Philippe Starck no se ha casado nunca con modas, pero sí con mujeres. Cuatro para ser exactos –bueno, en realidad son tres matrimonios y una relación de pareja–. Con todas ellas ha tenido cinco hijos: Ara, fruto de su primer matrimonio con Brigitte Laurent Starck, a la que estuvo unido desde 1977 hasta su fallecimiento en 1992; Oa, nacido de su relación con la fotógrafa y antigua colaboradora Patricia Bailer; K y Lago, con su segunda esposa, Nori Starck; y Justice, fruto de su actual matrimonio con la que fue relaciones públicas del grupo Louis Vuitton, Jasmine Abdellatif.

Preocupado por la sostenibilidad, ha creado diversos vehículos para moverse de forma limpia, como la City Pibal para Peugeot (2012), a medio camino entre bicicleta y escúter eléctrico.

03 Defensor de la prefabricación

La vinculación de Starck con el diseño sostenible es longeva y fructífera, y en el caso de la arquitectura se ha reflejado en su predilección por un tipo de construcción con menor huella ambiental. En la década de los noventa inició una colaboración con la empresa 3 Suisses, diseñando casas en formato kit. En 2012 desarrolló el proyecto P.A.T.H. (Prefabricated Accessible Technological Homes), casas prefabricadas en madera que combinan ingeniería y ecología.

04 Vínculo español

Starck ha tenido una relación privilegiada con España que arrancó en 1990 con el diseño del interiorior del restaurante-cafetería- discoteca Teatriz en Madrid, un soplo de aire fresco dentro del aburrido panorama del diseño de las discotecas modernas de la capital. A mediados de esa década se construyó una casa de vacaciones en Formentera que fue escenario de algunos de sus proyectos más inspiradores hasta que la vendió en 2018. Ahora, el vínculo del creador francés con nuestro país se dirige hacia la producción de aceite de oliva ecológico con el proyecto de almazara-museo en Ronda (Málaga), que podría ver la luz en 2021.

La remodelación de la Alhóndiga de Bilbao (2010) es uno de los numerosos proyectos que ha llevado a cabo Philippe Starck en España.

05 Raro, raro

Entre las extravagancias de que hace gala figura el que posea una veintena de casas en todo el mundo, que solo escriba en un papel especial que fabrican en exclusiva para él (afirma que es por razones técnicas: "Cuando cambias de país todo el tiempo, con la humedad, el papel corriente se ondula, por eso me fabrican uno plastificado"), y que si pudiera cambiaría la comida por pastillas ("Tengo una naturaleza que me hace estar un poco gordo y las pastillas me mantendrían alejado de los placeres de la comida, pero también porque estaríamos obligados a crear comida moderna que alimentase a todo el mundo, algo que no podemos hacer hoy con la comida corriente").