Vivir cerca de una antena de telefonía móvil puede suscitar cierta incertidumbre a la vista de las evidencias científicas que aconsejan aplicar el principio de precaución y minimizar la exposición a las radiaciones artificiales provenientes de estas instalaciones. El período nocturno, cuando dormimos, es el más delicado. De hecho, estar expuesto todas las noches a estas ondas electromagnéticas se relaciona con disfunciones del organismo y problemas de salud.
Estas radiaciones aprovechan las zonas menos protegidas, como los cristales de las ventanas, para entrar en el interior del hogar. La presencia de elementos protectores como persianas, contraventanas y cortinas pueden mitigar en parte su influencia, pero no eliminarla. Las cortinas no solo ayudan a regular la entrada de luz natural y el confort climático en el interior de casa. Las cortinas también protegen de las radiaciones de instalaciones eléctricas y redes inalámbricas exteriores que pueden perjudicar tu salud.