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Una pieza minimalista en el recibidor escaleras
Eugeni Pons

Una pieza minimalista en el recibidor

La arquitectura de Ark International Studio y el interiorismo de Gunni & Trentino crean en esta casa ibicenca un escenario esencial que reinterpreta la tradición de la isla. Para comunicar el vestíbulo con la planta superior han recurrido a una escalera de peldaños volados de madera sin contrahuella, que resaltan contra la pureza de las superficies blancas.

Una escultura de metal escaleras
Eugeni Pons

Una escultura de metal

La fluidez espacial define este proyecto en Barcelona de Juli Pérez-Català. Para comunicar los dos niveles, el arquitecto ha creado una escalera exenta con barandilla de chapa de acero y peldaños de piedra de basalto de trazado semicircular. La textura metálica juega con el tono satinado del suelo de microcemento para crear un ambiente depurado y homogéneo.

 Cerrada con un paño de cristal escaleras
Eugeni Pons

Cerrada con un paño de cristal

En este proyecto de Isabel Rabassa la escalera volada se refuerza con un paño de cristal que refuerza la sujeción de los peldaños sin ocultar la pieza. El caballito de madera es de Djeco.

Etérea hasta casi la transparencia escaleras
Eugeni Pons

Etérea hasta casi la transparencia

En la Casa Moliner en Zaragoza, el gran maestro de la luz natural Alberto Campo Baeza emplaza una escalera de caracol en el centro del espacio que comunica los tres niveles. Los peldaños y el escueto pasamanos metálico pintado de blanco le confieren una ligereza que no interfiere la perspectiva. Butaca y reposapiés Lounge chair, de los Eames, editada por Vitra. Sillas Ant, de Arne Jacobsen que produce Fritz Hansen. Alfombra de Kasthall.

Flotando en el ambiente escaleras
Simon Kennedy, Inger Marie Grini

Flotando en el ambiente

El estudio Haptic Architects ideó esta escalera minimalista de acero lacado de blanco suspendida de viguetas para unificar el nivel inferior y el espacio loft de un apartamento en el centro de Oslo.

Comunicar, trabajar, guardar escaleras
Studio Mieke Meijer

Comunicar, trabajar, guardar

Diseñada por Studio Mieke Meijer para un apartamento en Wassenaar (Holanda), Objet Élevé es una escalera hecha en roble y acero que sirve para comunicar dos niveles a la vez que ofrece espacio para trabajar y guardar cosas. El tramo inferior se apoya en el suelo, mientras que el superior pende de la planta elevada.

Escaleras sorprendentes. Ligera y tecnológica
Pere Peris

Ligera y tecnológica

La escalera, de acero inoxidable, es un diseño del arquitecto Hans van Heeswijk. Sillón Love Seat, de Antonio Citterio para B&B Italia

Sencillez formal escaleras
Juan Rodriguez

Sencillez formal

Manuel Aires Mateus resuelve esta escalera de un solo tramo con la misma simplicidad geométrica que define el resto de la casa. El único gesto ornamental son los dos escalones que parecen haber saltado desde el interior de la caja de la escalera.

Casa G, Francesco Librizzi escaleras
Alberto Moncada

Casa G, Francesco Librizzi

Francesco Librizzi reformó esta casa siciliana dotándola de una escalera flotante de diez metros de altura realizada con una estructura de acero que sustenta peldanos y cajas de roble, creando una composición fragmentada y geométrica.

Las escaleras surgieron con el propósito elemental de conectar varios niveles en un edificio, pero la técnica y la creatividad de los arquitectos han hecho de ellas algo más que un lugar de paso. Ya en el siglo XVII el arquitecto italiano Vicenio Samozzi afirmaba que "la escalera representa para el edificio lo mismo que las arterias y las venas para el cuerpo humano. Igual que estas llevan la sangre a todos los órganos, aquella es imprescindible para la comunicación". Para el arquitecto Óscar Tusquets, la escalera "es una pieza arquitectónica fascinante y a la vez dificilísima, quizás el elemento que ha dado lugar a los espacios más memorables de la historia de nuestro arte". Y es que, a través de su diseño y del uso que se haga de los materiales, una escalera puede convertirse en una auténtica escultura que "redima" una zona de paso de su función secundaria dentro de una casa.

La escalera no es más que un corredor "plegado", y esos pliegues pueden adoptar diversas formas que se clasifican en tipologías. Las escaleras de caracol son las más usadas en lugares donde hay poco espacio para colocar una escalera tradicional. En las escaleras voladas, los peldaños carecen de contrahuella y parecen flotar en el aire, pero deben estar bien anclados al muro de carga para soportar el peso de los que transitan por ellas. Una escalera bien resuelta puede salvar la comunicación con los dos niveles en muy poco espacio y combinar su función estética con otra práctica generando espacio de almacenaje adicional.