Elementos de la tradición sevillana, clásicos del diseño y piezas contemporáneas se mezclan en los nuevos alojamientos Bos-Cos de Sevilla. Obra de Febrero Studio, esta antigua casa patio sevillana dividida ahora en cuatro apartamentos independientes, bebe de la iconografía sevillana pero sin pretensiones ni purismos.

Según explica Jesús Díaz Osuna, arquitecto de Febrero Studio, el edificio se encuentra en San Juan de la Palma, un barrio ubicado a escasos 70 metros de la puerta del Palacio de Dueñas. Era una casa-patio sevillana de principios del siglo XX que había sufrido varias reformas en una de sus alas que la desvirtuaban y que generaban dos patios angostos. "Todo este ala fue demolida, manteniendo la construcción original y generando un nuevo patio coincidente con el antiguo pero de mayor volumen", señala el arquitecto.

Así, con esta reforma que ha durado unos 15 meses, se ha creado cuatro apartamentos duplex, dos de ellos en la nueva construcción y otros dos en la antigua, en los que se ha cultivado un estilo cálido y acogedor con personalidad que juegan con elementos de la arquitectura local. Con ese fin, por ejemplo, se ha conservado la fachada, cambiando la puerta y el balcón que han sido recuperados de otra propiedad de los clientes.

"Uno de los aspectos más curiosos de este proyecto es que tiene una única fachada de tres metros a la calle. Es una de esas parcelas herencia de la ciudad árabe a la que se accedes desde un pequeño adarve, lo que nos permitió crear un mundo interior aislado, un espacio con un estilo muy distinguible y donde poder desconectar del bullicio del centro", asegura el arquitecto.

Asimismo, el interiorismo ha ido desde le principio de la mano de la arquitectura jugando con un mobiliario de elementos antiguos, casi todos recuperados o adquiridos de segunda mano en el entorno, y se ha combinado con piezas contemporáneas o clásicos del diseño. A nivel arquitectónico, han intentado "respetar las formas de hacer tradicionales del centro de Sevilla pero dando un giro, ligeros cambios de orden que actualizan y diferencian el estilo y algunos elementos disrruptivos que le aportan carácter y personalidad al conjunto".

En cuanto a los materiales, se ha utilizado barro, morteros de cal, textiles, mármol Travertino, hidráulico, latón natural y madera. "Con la vegetación en el patio se ha trabajado también como si de un material más se tratase", señala Díaz Osuna. En los tonos elegidos, se han combinado algunos intensos con otros más sutilm pero siempre buscando alguna conexión con el proyecto.

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Puerta principal del edificio se ha instalado una puerta recuperada.

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Patio del edificio, al que tienen salida los apartamentos.

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Vista de uno de los apartamentos desde el exterior.

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En total, el edicifio se ha dividido en cuatro apartamentos distintos.

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En uno de los salones la lámpara es original de los años 60.

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En uno de los baños, lavabos de mármol travertino y grifería en latón natural.

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Suelo de barro y paredes en hidraúlico blanco.

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Los apartamentos cuentan con varias terrazas distintas. 

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Una de las terrazas de los apartamentos, que incluye piscina.

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Otro de los salones, en el que reina la madera en tonos oscuros y sillas y piezas decorativas vintage.

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Los sofás son diseño de Febrero Studio.

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Algunos muebles, como las mesas de café, también se han realizado a medida.

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En el interiorismo, se ha apostado por tonos neutros y naturales con algunas pinceladas de color.

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Uno de los dormitorios en el que los textiles se usan para separar espacios.

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Otro de los salones donde se ha fabricado un híbrido entre isla de cocina y mesa de comedor.

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uno de los salones, con acceso directo a la terraza.