Muji nació en un supermercado, en 1980, como marca independiente dentro de una gran cadena japonesa con el nombre Mujirushi Ryōhin, cuyo significado es "artículos de calidad sin marca". Dentro de su política de ofrecer productos bien presentados a bajo coste llegó a ofrecer noodles con forma de U que salían de los cortes sobrantes de los fideos que se vendían rectos en la estantería de enfrente.

Las frutas y hortalizas ofrecen información detallada sobre su origen

La reapertura de su mítica tienda de Yurakucho, en Tokio, le ha devuelto a los orígenes. Además de vender los habituales artículos de Muji –ropa, cuadernos, velas...–, ha añadido a su oferta frutas y hortalizas con conciencia eco, pues están, en la medida de lo posible, libres de fertilizantes y pesticidas. Toda la información sobre la granja en cuestión, sus métodos de producción y el tipo de variedad está debidamente contado en la etiqueta. Muji siempre ha cuidado mucho estos aspectos. "Queremos que el consumidor sepa de dónde viene aquello que consume. Creemos que es una información muy valiosa", dicen desde su departamento de marketing.

También se venden especies y aperitivos

Se añade la venta de especias y aperitivos y en el café de la planta de arriba se sirven pan y sopas elaboradas a partir de lo que suministran los mismos productores. Además, se muestra una de las últimas novedades de Muji, su cabaña prefabricada de 9 metros cuadrados, que se ha habilitado como un salón dedicado a la música. Su precio supera los 20.000 euros.

Muji también vende cabañas

Muji es la tienda total y no solo eso; en Japón también gestiona campamentos en la naturaleza y a finales de año estrena hotel en in Shenzhen, China, al que seguirá otro a principios de 2019 en el barrio de Ginza, en Tokio, un año antes de los juegos olímpicos que tendrán lugar en la capital japonesa. Se decorará, por supuesto, con mobiliario Muji y materiales reciclados.