No hace falta ser un experto en feng shui ni un devoto de la aromaterapia para renocer un mal ambiente en casa. Nuestras madres nos decían que ventiláramos para que corriera el aire pero hay algo más que puedes hacer. Estamos hablando de hacer una renovación de la energía en toda regla.
Con un ramito de romero y un poco de paciencia, puedes conseguir recuperar la fluidez y la armonía en el comedor, el dormitorio o la cocina. Solo tienes que seguir los siguientes pass y estar preparado/a para el cambio.
1. Acudir a una herboristería de confianza
Para aprender a hacer un sahumerio y atraer las energías positivas, te recomendamos que acudas a una buena herboristería. Seguro que tienes una más cerca de lo que crees. Ellos te darán las claves para sahumar (perfumar con humo aromático) y te proporcionarán el kit básico: plantas aromáticas en un ramito + bol de latón.
Aunque el romero es la opción más popular para hacer una buena limpieza energética, hay más posibilidades: el palo de santo, la ruda o la salvia blanca también tienen propiedades purificantes.
2. Abrir todas las ventanas
Ya tienes en tus manos los ingredientes que necesitas para liberar tu vivienda de malos rollos. Ahora es el momento de pasar a la acción. En primer lugar, tienes que buscar un momento tranquilo. Como todo ritual, necesita de su tiempo. Y las prisas no son buenas compañeras.
Da igual si es por la mañana, a la hora de la siesta o cuando caiga el sol. Lo importante es que estés relajado/a y dispongas de un rato. En segundo lugar, lo que tienes que hacer es abrir todas las ventanas: las del salón, pero también las del comedor, los cuartos, la cocina, el baño y los pasillos. Es un paso imprescindible, sobre todo a nivel de seguridad.
3. Empezar a perfumar
Ha llegado la hora de quemar, siempre con precaución. Acerca el sahumerio al fuego (preferiblemente a una cerilla larga) y empieza a pasarlo en pequeños círculos por toda la casa, habitación por habitación. Los expertos aconsejan hacerlo de dentro hacia fuera, es decir, empezar por la zona más interior y acabar por la puerta de entrada.��
Durante el proceso, puedes detenerte en los lugares donde sientas que la energía esté más estancada. Y, de esta forma, ir 'deshaciendo nudos'. Seguro que te pasan por la mente momentos de conflicto, recuerdos desagradables o situaciones de estrés. Todo esto es lo que queremos eliminar para que empieces de cero.
4. ¿Cuánto tiempo necesito emplear?
Eso depende de cada persona y de cada vivienda. Por supuesto, no es lo mismo una residencia de dos platas que un piso de 50 metros cuadrados. Pero, más allá de las dimensiones, el ritual es el mismo.
Cuando acabes, deja que queme un poco más en el recipiente de latón, pero en ningún caso es imprescindible que queme entero. De hecho, un mismo sahumerio puede servirte para varias veces.
Cuando se apague y des por concluido el ritual, guárdalo en el mismo bol de latón y en un sitio visible. Es preferible que forme parte de la decoración a relegarlo a un cajón. De esta forma, lo tendrás más presente y no tardarás en repetir.