Un habitual de los aeropuertos dado que tiene clientes por todo el mundo, a Marc Newson le ha hecho feliz el nuevo encargo que ha recibido de Louis Vuitton: una nueva colección de maletas que ha concebido más como consumidor que como diseñador. "Sólo viajo con lo imprescindible, por eso ha sido tan importante para mí este encargo", reconoce. El australiano lleva años obsesionado con la idea de alojar todo lo que necesita para sus viajes en bolsas que tengan siempre las mismas dimensiones. 

Amplia, pero ligera. Con ruedas silenciosas. Si no es la maleta ideal, está muy cerca de serlo. Newson revalida su título de "diseñador más influyente de su generación" con esta colección de maletas a la altura de sus creaciones más icónicas: desde el M pen para Montblanc, hasta la tostadora para la firma australiana Sunbeam. El australiano ha creado una maleta que reúne todas las condiciones para convertirse en el complemento ideal para viaje cortos.

Con un interior plano gracias a su gran asa exterior, las nuevas maletas de Louis Vuitton tienen más capacidad. Newson se ha inspirado en los baúles tradicionales para diseñar la maleta. De forma rígida, está disponible en varios colores: desde el rojo amapola hasta el azul zafiro. En piel, y también en canvas, con el reconocido logotipo de la firma francesa.

"La forma de viajar del futuro será elegante, sin interrupciones, y aún más agradable", dice el diseñador industrial, que ha vivido y trabajado en Tokio, París y Londres. Ahora mismo, su maleta está aparcada en la capital inglesa, donde tiene su estudio y desde donde recibe encargos de las principales firmas de mobiliario: desde Alessi hasta Cappellini. Estas piezas de equipaje son otra incursión en el mundo de la moda y los complementos, tras su colección de ropa para G-Star a la que ni el mismísimo Justin Bieber pudo resistirse.