Han copado el asfalto y por su uve en el lateral se reconocen. Nacieron en 2004 de la mano del dúo franco-brasileño compuesto por Sébastien Kopp y François-Ghislain Morillion y hoy, las zapatillas Veja, son un referente de calzado ecológico. Ya el nombre, que en brasileño significa mira invita a mirar más allá de las propias zapatillas y lo que se apoya al hacerse con uno de sus modelos.

La marca nació con la idea de producir zapatillas de algodón agroecológico con cooperativas de Brasil siguiendo principios de comercio justo. Sus creadores buscaban que la sneaker respetase tanto los derechos humanos como el medio ambiente. En cada paso de la cadena de producción, la firma se asegura de generar un impacto positivo. Desde el algodón cultivado y recolectado por cooperativas locales hasta las suelas elaboradas en un 60% con caucho salvaje del Amazonas comprado directamente a los habitantes de la zona.

El color blanco y la madera refuerzan la estética minimalista.

Ya que sus costes de producción son más altos al tratarse de comercio justo, la compañía no invierten dinero en publicidad evitando así incrementar el precio de venta. El boca a boca ha llevado a la marca a una posición más que reconocida. Triunfan en Instagram y también en la calle y se han vendido en tiendas de culto como Galerías Lafayette o Dover Street Market.

Las zapatillas se fabrican en Brasil y Veja trabaja con fábricas que dan empleo a personas en riesgo de exclusión, una acción que permite mejorar su calidad de vida. Finalmente, las zapatillas se transportan de Brasil a Francia en barco. En París, la firma acaba de inaugurar su nueva casa. Tiene 4.200 metros cuadrados y está dividida en plantas para que puedan tener espacio 220 trabajadores y en este nuevo edificio no falta un restaurante vegetariano y muebles vintage.

Antes de ser ocupado por Veja, el edificio acogió una imprenta y una agencia de publicidad.

Diseñar este espacio ha requerido nueve meses de trabajo del equipo Veja en colaboración con los arquitectos del estudio Hugo Hass, que han apostado por mantener el espíritu original y minimalista de las tiendas. Alfombras de poliéster recicladas, azulejos del sur de Francia y muebles de segunda mano son elementos que no faltan en la nueva sede, ubicada en un edificio con historia. Hace cien años fue la imprenta del partido comunista francés, llamada Editions Sociales. En la década de los 2000 pasó a dar cobijo a una agencia de publicidad. "Ahora es nuestro momento de invertir nuestra energía en este increíble espacio y de dar lugar a nuevos comienzos", aseguran desde Veja.