La moqueta levanta tantos odios como pasiones. Sus detractores hablan siempre del tema higiénico, y sus admiradores avalan la calidez y sensación de confort que aportan a cualquier espacio. Pero hay una realidad que no podemos obviar, la moqueta, ese revestimiento suave y acogedor para nuestros suelos, ha vuelto y cada vez más estudios la utilizan en sus proyectos. Después de años de ostracismo, hoy vuelve a pisar fuerte en el panorama decorativo, aunque su incorporación exige cierta audacia y conocimiento.

 

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En un dormitorio proyectado por Estudio Reciente, la moqueta azul se lleva el protagonismo

En un dormitorio proyectado por Estudio Reciente, la moqueta azul se lleva el protagonismo

Germán Saiz

Hablemos del pasado de la moqueta...

La moqueta, como la conocemos hoy, tiene sus raíces en el Medio Oriente, donde se tejían alfombras de complejos diseños y vibrantes colores. Su uso se popularizó en Europa durante la Edad Media, aunque su instalación fija y extensiva en los hogares es un fenómeno más reciente, propio del siglo XX, especialmente en países de clima más frío como el Reino Unido y algunas zonas de Estados Unidos, donde se utilizaban para aportar una capa extra de aislamiento térmico y acústico.

En España, la moqueta nunca alcanzó la misma popularidad, principalmente por el clima. Las altas temperaturas y la predilección por suelos más frescos y fáciles de limpiar, como la cerámica, el mármol o la madera, hicieron de la moqueta una opción menos atractiva. Además, la percepción de que su mantenimiento era complejo y propenso a acumular polvo y ácaros contribuyó a su olvido.

Las alfombras y los suelos enmoquetados moderan las perdidas de calor y mitigan la propagación del sonido.

Las alfombras y los suelos enmoquetados moderan las perdidas de calor y mitigan la propagación del sonido.

Radici

 

Las cosas están cambiando para la moqueta... ¡Vuelve!

No obstante, la moqueta está regresando, transformada. Lejos de cubrir estancias enteras, la tendencia actual es utilizarla en áreas específicas y delimitadas, creando zonas de confort y calidez sin sobrecargar los espacios. Es común verla en dormitorios, zonas de paso o en pequeñas áreas de lectura, donde su presencia aporta textura y un punto focal de interés visual.

¿Qué tipos de moqueta existen?

La innovación en materiales y técnicas de fabricación ha diversificado enormemente las opciones disponibles. Desde la moqueta de bucle, resistente y duradera, ideal para áreas de mucho tráfico, hasta la de pelo cortado, suave y lujosa, perfecta para espacios más íntimos. También están las moquetas modulares, una opción versátil que permite fácil reemplazo y personalización de patrones y colores.

Según el material

Nylon: es el material más popular debido a su resistencia y durabilidad. Es ideal para zonas de mucho tráfico, ya que resiste bien el aplastamiento y el desgaste.

Polipropileno (Olefin): es resistente a las manchas, el moho y la decoloración. A menudo se utiliza en zonas húmedas como sótanos o exteriores cubiertos.

Poliéster: se destaca por su suavidad y su variedad de colores y estilos. Es resistente a las manchas y muy adecuado para espacios de tráfico medio a bajo.

Lana: es la opción natural de lujo, conocida por su riqueza, suavidad y durabilidad. Es resistente al fuego y al aplastamiento, pero puede ser más susceptible a las manchas.

Según el método de fabricación

Bucle (Bouclé): La fibra se teje en bucles sobre la base de la moqueta, ofreciendo gran durabilidad y resistencia al tráfico. Puede ser de bucle uniforme o de bucle multi-nivel para añadir textura.

Pelo cortado (Cut Pile): Las fibras, que inicialmente forman bucles, se cortan para crear una superficie más suave. Hay varias subcategorías, como plush (uniforme y suave), twist (con las fibras retorcidas para mayor textura) y frieze (muy retorcidas, lo que da una textura casi rizada).

Pelo cortado y bucle: Combina ambos métodos, creando patrones y texturas únicas mediante la variación de altura entre las secciones de bucle y las secciones de pelo cortado.

 

Sillones envolventes en color gris, sobre suelo enmoquetado gris y restimientos de madera, lucernario en el techo

Sillones envolventes en color gris, sobre suelo enmoquetado gris y restimientos de madera, lucernario en el techo

DEREK SWALWELL

Otros tipos de moqueta específicos

Moqueta modular o en losetas: Son baldosas de moqueta que se pueden instalar individualmente, lo que facilita su reemplazo y permite combinaciones creativas de colores y patrones.

Moqueta de sisal y materiales naturales: Hecha de fibras naturales como sisal, yute, y bambú, ofrece una estética orgánica y es ecológica, aunque puede ser más difícil de limpiar y menos resistente a las manchas.

 

La moqueta vuelve, pero no como siempre

En cuanto a los colores, la audacia es la palabra de orden. Los tonos fuertes y rotundos se imponen, desafiando la paleta tradicional y actuando como verdaderas declaraciones de intenciones en la decoración. Azules profundos, verdes esmeralda, o incluso el atrevido terracota, pueden transformar una habitación monótona en un espacio lleno de carácter y estilo. La clave está en el equilibrio, utilizar estas moquetas como puntos de contraste en decoraciones más neutras o como el vínculo cromático en ambientes más eclécticos.

 

La moqueta que utilizó Cierto Estudio en Casa Hope define muy bien la tendencia del color en este tipo de acabados

La moqueta que utilizó Cierto Estudio en Casa Hope define muy bien la tendencia del color en este tipo de acabados

José Hevia

Cómo incorporar la moqueta sin morir en el intento

Para no "morir en el intento" de incorporar la moqueta en el hogar, considera primero el uso del espacio. En áreas de alto tráfico, opta por texturas más resistentes y colores que disimulen el paso del tiempo. En espacios dedicados al descanso, permite que la suavidad y el confort sean los protagonistas.

Limpieza y el mantenimiento de una moqueta

Mantener una moqueta limpia y en buen estado es imprescindible para que parezca siempre como nueva y para mantener la salud ambiental del espacio. Estos son algunos consejos esenciales para asegurar que tu moqueta permanezca como nueva durante años.

Aspirado regular: La regularidad es clave para evitar la acumulación de polvo y pequeños residuos. Aspira al menos una vez a la semana, prestando especial atención a las zonas de mayor tránsito y bajo los muebles. Utiliza un aspirador con un buen filtro para capturar incluso las partículas más finas.

Limpiezas profundas: Considera realizar una limpieza profunda al menos una vez al año. Puedes optar por alquilar un equipo especializado o contratar servicios profesionales. 

Trata las manchas inmediatamente: Las manchas son inevitables, pero su permanencia no tiene por qué serlo. Actúa rápidamente: retira el exceso de derrame con cuidado, luego aplica una solución de limpieza adecuada al tipo de mancha y la moqueta. Siempre prueba los productos de limpieza en un área oculta primero para asegurarte de que no dañarán el tejido.

Evita el desgaste: Utiliza protectores bajo las patas de muebles pesados para distribuir el peso y evitar marcas permanentes en la moqueta. Considera también el uso de felpudos en las entradas para minimizar la cantidad de suciedad que llega a la moqueta.

Rotación de muebles cada 'x' tiempo: Cambiar la disposición de los muebles no solo refresca el ambiente, sino que también previene el desgaste irregular de la moqueta. 

Cuidado con el sol: La exposición prolongada al sol puede decolorar tu moqueta. Usa cortinas o persianas para minimizar este efecto, especialmente durante las horas donde la incidencia solar es más directa.