Chill out es una expresión propia de la lengua inglesa que significa relajarse o tranquilizarse y aplicada a un espacio es una zona que se usa para descansar. En verano, al caer la tarde, cuando las altas temperaturas lo permiten, la vida sale al exterior yterrazas y jardines se convierten en las zonas más codiciadas del hogar, porque no hay nada más apetecible que una larga velada al aire libre en una noche veraniega. Con los trucos deFreehand Arquitectura, el estudio boutique de arquitectura Passive House Designers, podemos crear espacios en casa que invitan a la desconexión total.

Lo primero que debes hacer para montar un chill out es tener las ideas muy claras

Para crear una zona relajada al aire libre, es necesario saber primero de qué espacio se dispone y buscar el mobiliario en consonancia al tamaño. Según el tipo y uso que se haga de la terraza se deberán seleccionar ciertos elementos con prioridad. Si lo que deseamos es un living, lo primero que debemos es escoger un sofá de exterior, luego una mesa, butacas y, finalmente, elementos decorativos. El objetivo es saber sacarle el mayor partido posible para aprovechar el espacio. Puedes crear el mobiliario reciclando materiales para reducir el presupuesto en decoración como, por ejemplo, asientos, mesas y bancos a partir de secciones de troncos de árbol o reciclar cajas de fruta de madera.

Rincón chill out hecho con palés

Tres colores de base para montar tu zona chill out

Para sacar todo el partido, la máxima de los interioristas está en apostar por tres colores y que uno de ellos predomine sobre los otros. Conviene elegir los elementos más voluminosos de tonos neutros, como el blanco, beige, gris o negro, y escoger complementos de colores más llamativos o con estampados.

Al elegir los colores, deja que los neutros sean la base.

Materiales resistentes

Hay que tener en cuenta que las piezas de mobiliario van a estar expuestas a la intemperie día y noche, por lo que los materiales utilizados deben ser resistentes a las condiciones meteorológicas. Si no escogemos bien, pueden despintarse o pudrirse rápidamente. Para las mesas, sillas o butacas de exterior, lo idóneo es elegir materiales como la madera, el metal, el vidrio o el mármol, que darán un toque elegante y versátil al espacio y tejidos como el ratán. Para cojines y puffs, que son fundamentales, hay que elegir telas resistentes que aguanten bien en el exterior y que no pierdan el color con el sol. Las alfombras de materiales naturales como la rafia son ideales para andar descalzo y dar calidez al ambiente. El bambú, perfecto para crear sombra y ocultación, es una opción muy resistente.

Escoge piezas de mobiliario pensadas para el exterior.

Un buen chill out necesita luminación cálida

La luz es un elemento que puede contribuir a crear ambientes que resulten acogedores buscando el equilibrio. Un exceso lumínico resultará molesto y acabará con la magia nocturna y una luz demasiado tenue puede ser incómoda. Debe haber un punto de iluminación de mesa o de pie en la terraza si se quiere dar calidez al espacio en las noches. Las velas de distintos tamaños también son una opción o incluso las guirnaldas o leds.

Las guirnaldas de luces generan una luz muy cálida.

Plantas, imprescindibles

Ya sea grande o pequeña, si quieres decorar tu terraza vas a necesitar plantas para conseguir el toque definitivo y complementar la decoración del espacio exterior. Se pueden combinar los colores, tamaños y tipos de plantas, además, se puede jugar con su disposición, de manera que, por ejemplo, se cree un jardín vertical usando una estantería y llenar de verde toda la pared, o diseñar un rincón con diferentes tipos de maceteros para conseguir un efecto más dinámico. Si se cuenta con un espacio amplio, nada como árboles como el olivo, naranjo o limonero. También se pueden plantar trepaderas que sirven para densificar la sombra y refrescar el ambiente.

Rodearse de plantas ayuda a refrescar el ambiente.

En cuanto a la decoración, poca y bien escogida

Debemos ir con cuidado con elementos decorativos como jarrones, esculturas o grandes macetas, porque son un gran foco de atención visual, así que si los queramos introducir deben ser pocos y muy bien escogidos. Si no hay espacio, lo mejor es prescindir de ellos o utilizar la pared en la que colocar una estantería o balda para poner macetas o faroles.

Para desconectar, menos es más.