Rodearse de amigos y convocarlos para disfrutar en torno a la mesa es un gran plan que podemos ofrecer. Cocinar y crear ambientes para sorprender y agasajar a los invitados y conseguir que éstos se sientan cómodos en el plan casero está en tus manos. Desde la disposición de invitados, a las servilletas o el menaje de la mesa, todos los actos generan ambiente. Hemos hablado con Natalia López, que desde que cambió el Ballet de Zaragoza por las pasarelas trabaja como modelo y comparte los proyectos de moda con su empresa de porcelanas. Es cofundadora de la firma Vajillas de Ultramar, que tiene una cuidada selección de loza y porcelana hechas a mano. Esta especialista en vajillas nos da las pautas para recibir en casa y ser una anfitriona perfecta.

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Mesa con bancos de madera. Sin miedos
Eugeni Pons

Sin miedos

"Para mí recibir en casa debe ser una experiencia divertida y relajada, dentro de que siempre te asaltan las dudas y un pequeño estado de nerviosismo", confiesa Natalia que reconoce que antes del momento le surgen preguntas como: ¿Estará rica la carne? ¿Les gustará la nueva sopa que acabo de cocinar? ¿Tiene la casa un olor agradable? Les gustará mi nueva vajilla? Ante el torbellino de "micro dudas que tendrás siempre", la emprendedora recomienda "lanzarse a invitar porque es un placer".

Mesa con manteles y servilletas de lino y flores naturales amarillas. La mesa
Monica Bedmar

La mesa

"Para empezar a pensar en cómo decorar la mesa, a veces la decisión empieza con el tipo de comida que quieras hacer, que es lo que puede darte pistas sobre qué vajillas o mantel escoger. Hay que recordar que, a veces, la mejor decisión es justo la que mejor contrasta. Otras veces, en cambio esta decisión puede partir de una vajilla nueva que acabas de comprar o del mantel que quieres poner y nunca usas. A mí me gusta pensar que la mesa es como la forma de vestir, un día puedes vestir muy clásica y coordinada y al día siguiente puedes combinar y mezclar colores y texturas", confiesa la modelo cuya vida siempre ha girado en torno al arte, primero con la danza y las pasarelas y después a través de sus vajillas personalizadas.

Mesa con platos y bandejas de madera foto Pere peris. Los invitados
Pere Peris

Los invitados

A la hora de recibir Natalia recomienda empezar "despojándoles de todo lo que les incomoda rápidamente y darles espacio para que ellos puedan decidir si necesitan ir al aseo, sentarse en el sofá, tomar algo o dar un pequeño tour por la casa".

salon con sillas de madera y vistas al bosque. El sitting
Eugeni Pons

El sitting

A la hora de sentarse a la mesa, cuando ejerce de anfitriona, Natalia intenta "mezclar un poco a los comensales para romper círculos, pero procurando juntar a personas que puedan tener cosas en común".

MEsa de estilo rustico con mantel de color blanco. De fondo
Eugeni Pons

De fondo

También es partidaria de poner un poco de música "no muy alta ni demasiado marchosa ni demasiado tranquila, para ayudar a crear un ambiente animado que evite los peligrosos silencios que pueden resultar un poco incómodos si los comensales no se conocen mucho entre sí". Eso sí, advierte que se debe tener cuidado con la música "e ir graduándola dependiendo de cómo vaya la velada. A media comida, cuando el volumen de los comensales sube, es mejor quitarla. Al final es genial cuando la comida termina con unas copas, bailoteos y la música a tope", confiesa entre risas.

Platos blancos en una mesa de comedor con flores amarillas. Cómo recoger
Monica Bedmar

Cómo recoger

Si no se cuenta con servicio que ayude a recoger, a la hora de quitar platos y recoger la mesa, Natalia lo tiene claro: "hay que olvidarse de cómo quede la cocina. Lo importante es que la comida tenga el ritmo que tú le quieras dar y no hay que preocuparse de si los platos se acumulan o no. Ya habrá tiempo de recoger cuando se vayan los invitados. Y, por supuesto, si algún comensal se ofrece a echar una mano , yo creo que hay que ser muy relajado y no negarse a la ayuda".

Persona sirviendo cockteles en copas. Anticípate
Monica Bedmar

Anticípate

Para Natalia es primordial dejar todo lo más preparado posible: desde los platos de postre hasta los vinos que se van a servir "para que los viajes a la cocina no se eternicen y no te pierdas la mitad de la velada yendo de acá para allá". Además, comparte una de sus estrategias para no perder tiempo: "está muy bien servir platos que tengas ya terminados y evitar preparaciones que necesiten ser cocinadas en el último segundo. Ayuda también tener todos los entrantes y ensaladas en la mesa y dejar que cada comensal se vaya sirviendo".

Mujer sirviendo te en tazas decoradas en color negro. El final
Eugeni Pons

El final

"En mi casa no se quita el mantel hasta que la comida se ha terminado. Eso sí, todos los restos van fuera: platos usados, trozos de pan, cubiertos olvidados… Todo se recoge al terminar. Pero lo más importante es divertirse con la experiencia, pasarlo bien y disfrutar de tener amigos en casa".