Cada década tiene sus particularidades. A los 20 somos más espontáneos, mientras que a los 40 somos más selectivos, y eso se refleja también en nuestras casas. ¿Cómo son nuestras casas cuando tenemos 20 años y en qué se diferencian de las que tenemos a los 30, a los 40 o a los 50?
En Arquitectura y Disñeño, hacemos una foto de nuestras casas en cada década de nuestras vidas, y, aunque caigamos en generalidades, seguro que también te sirve para recordar cómo fue tu vivienda en el pasado y para descubrir qué aspecto puede tener en el futuro. ¿Entras?
Cuando tienes 20 años...
Es tu primera casa... Tu casa a los 20 es como un laboratorio, como un banco de pruebas con todos los errores que no vas a cometer en las siguientes décadas.
Acostumbras a apostar por muebles económicos porque necesitas decorar todos los espacios de tu casa, y además en un tiempo récord.
Las plantas suelen estar muy presentes porque son relativamente baratas y dan mucha vida a los espacios pequeños. Muchas plantas y también muchos cojines.
A los 20 años, las plantas son un recurso muy socorrido, ya que iluminan y agrandan los espacios de dimensiones reducidas y ayudan a crear un ambiente más cálido. Propuesta de Ikea.
Cuando tienes 30...
Ya has adquirido un poco de experiencia en la vida, y necesitas trasladarlo a tu casa. Es un momento divertido en el que no abusas del color porque quieres parecer más maduro.
Ya compras alguna pieza de más valor. Tu casa sigue teniendo plantas, aunque tal vez te decantas por especies más serias como los cactus, e inviertes un poco más en los tiestos.
También es el momento en que tu mirada se empieza a posar en la artesanía. Te interesas por las pequeñas tiendas de artesanía del barrio y presumes de tus pequeña colección de objetos especiales.
A los 30, empiezas a interesarte por la artesanía y a escoger piezas más exclusivas para tu casa. Textiles de Teixidors.
Cuando tienes 40...
Tu casa empieza a estar más personalizada. Los cuadros y las fotos decoran las paredes y las estanterías: son un reflejo de tu personalidad y de tus vivencias, y apuestas por marcos que embellecen aún más el ambiente.
Es posible que esta sea la década del cambio de casa, puede que hayas sentido la necesidad de mudarte a una vivienda más grande... porque la familia crece.
Valoras los espacios con luz natural, y empiezas a considerar la cocina el lugar con más magia de la casa, porque es el lugar de las conversaciones, de las risas y de las confesiones.
A los 40, es frecuente que cambiemos de casa. ¿El objetivo? Dar más espacio a una familia que crece.
Cuando tienes 50...
A los 50, son posibles dos escenarios: que vuelvas al color como una declaración de intenciones de tu espíritu eternamente joven o bien que optes por una gama cromática relajada que favorezca un ambiente sosegado.
Tus aficiones se reflejan sin complejos, y si te gusta la escultura, no tienes ningún problema en poner un pedestal en el recibidor que resalte esa pieza que adquiriste en un anticuario.
Puede, también, que tu casa tenga un aspecto más dramático, más teatral. En cualquier caso, se nota el aprecio por los materiales de calidad tanto en el mobilliario como en los textiles.
Esta propuesta decorativa, con la presencia de la lámpara colgante PH 5 de Louis Poulsen, es un gran ejercicio de madurez: una selección precisa de piezas de gran calidad.