Aunque no te lo creas, delante de ti, literalmente al alcance de tu mano, tienes infinidad de recursos a los que puedes recurrir siempre que quieras para mutar las estancias de casa y hacer que éstas sean mucho más acogedoras que hasta ahora. Qué quede claro: no hablamos de reformas ni de recomendaciones que te supondrán gastar más de la cuenta. Precisamente, en este artículo apostamos por todo lo contrario.

Estas recomendaciones que te hacemos llegar pueden parecer muy obvias, somos conscientes de ello, pero en su simpleza radica su magia porque defendemos que los pequeños detalles son los que siempre marcan la diferencia. ¿Te animas a hacernos caso?

 

Uliana Kopanytsia Unsplash

1. El vidrio puede ser un aliado de tu cocina

Desde tarros de mermelada hasta de espárragos. Muchos alimentos envasados en potes de vidrio aguardan dentro de la despensa alejados del ojo humano. Así que en vez de tirarlos a la basura una vez terminados reutilízalos, dales una nueva vida, por ejemplo, guardando pasta o arroz. Y no, no hay necesidad de arrinconarlos en un armario. Déjalos a la vista, encima de tu encimera, porque jamás desentonarán independientemente de que tu cocina sea clásica o ultramoderna.

2. Sé creativo con tus flores

Tener plantas en la terraza o en el balcón siempre suma. Sin embargo, no te ciñas a exhibirlas de cara al exterior. Muy probablemente, cogiendo unas pocas de las que ya tienes, podrías crear un estupendo arreglo floral que daría muchísima vida a tu salón o a cualquier otra habitación. Combina a tu antojo y saca al florista que siempre llevabas dentro y nunca te atreviste de explotar.

Combina las flores y plantas que ya tienes para crear nuevos arreglos florales.

3. La cubertería "buena" no es sólo para Navidad

Estamos seguros de que en algún altillo o armario guardas como si fuera oro buena parte de tu ajuar. No hay ningún problema en ello, sólo faltaría, pero no te limites a sacar la cubertería y los platos más caros, o aquellos a los que tienes más cariño, única y exclusivamente cuando hay un evento destacado como la Navidad, los cumpleaños o las visitas de familiares y amigos. Úsalos diariamente, sin miedo, porque la verdad es que es una lástima que cojan polvo y sólo los utilices en contadas ocasiones a lo largo del año.

Juega con los colores y mezcla diversas ropas de cama.

4. Combina la ropa de cama

Por defecto compramos un juego de sábanas y siempre usamos el mismo como si pareciera que en el envoltorio original hay un mensaje que nos prohíbe explícitamente mezclarlo con otros que ya adquirimos con anterioridad. La ropa de cama, del mismo modo que la ropa con la que nos vestimos, puede combinarse entre sí. Dale un divertido toque de color a tu cama y juega con las texturas que tienes a mano.

5. Ordena de una forma diferente tu librería

¿Los libros se te acumulan en casa? En caso afirmativo, si dispones de una buena librería, ordénalos de una forma que sea atractiva visualmente. Puedes colocarlos por tamaños (de más pequeño a más grande) o, como ahora es tendencia, clasificarlos por colores. Si observas atentamente te darás cuenta de que dispones de todo un arcoíris de posibilidades. En tu mano está presumir de una librería mucho más alegre de la que hasta ahora acostumbrabas a tener.

Tener alfombras invita a caminar descalzo por casa durante todo el año.

6. Sí, las alfombras son para todo el año

Existe la absurda creencia de que las alfombras únicamente pueden aprovecharse durante los meses en las que las temperaturas son más bajas. Craso error. Una alfombra es una aliada del hogar los 365 días del año. Por mucho que el sol apriete, no hay mayor placer que poder caminar por casa descalzo, así que no te apresures a guardar las alfombras en un armario hasta la próxima temporada.

7. El plástico ordena tu baño

Un baño puede ser caótico, pero esos envases de plástico aparentemente inservibles que en su día contenían cremas y otros productos de belleza son útiles para tenerlo todo algo más ordenado. Usa la imaginación y, antes de desprenderte de ellos, analiza si puedes darles un nuevo uso a modo de almacenaje. Además, el planeta te agradecerá que no colapses innecesariamente el contenedor amarillo.

8. Enmarca tu vida

Tiempo atrás, cuando los ordenadores eran algo exótico y los teléfonos móviles a duras penas servían para llamar y enviar SMS, teníamos la tradición de ir a las tiendas especializadas en fotografía para revelar aquellos carretes que gastábamos con las cámaras analógicas. Un álbum de fotos no deja de ser un contenedor de recuerdos, de momentos que almacenamos en una estantería y revisitamos en tanto en cuanto. Pero a sabiendas de que un álbum no es de por sí un elemento estrictamente decorativo, ¿por qué no volvemos a reivindicar los marcos? Con ellos no solamente puedes tener a la vista a tus seres queridos en todo momento, sino también, darle un toque más humano a tus paredes y tu mobiliario.

 

Conti Cert cuadros

9. Tus revistas tienen la capacidad de decorar

Del mismo modo que los libros, quizás eres de esas personas que acumulan un sinfín de revistas en casa. No las ocultes. Es más, puedes crear un rinconcito en tu salón o allá donde desees en el que siempre estén a la vista tus favoritas. Si buscas verás que hay todo tipo de revisteros en el mercado, así que encuentra aquel que mejor se adapte al estilo de tu hogar. Pasaremos lista para que nunca falte un ejemplar de Arquitectura y Diseño.

10. Tapiza con lo que tengas a mano

¿Tienes una colcha antigua y no sabes qué hacer con ella? ¿O quizás una cortina que ya no te apetece que presida tu ventana? Plantéate usar esas telas sobrantes y en desuso para tapizar una silla o el mueble que prefieras. ¿Economía circular? Bien podría definirse de esa forma.

 

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter.