Este artículo se ha redactado desde una mesa de trabajo, pero también podría haberse escrito desde una cama. Desde allí se escribieron muchos contenidos que nutrieron los medios de comunicación durante la pandemia, y nadie notó la diferencia. A algunos profesionales, el confinamiento les pilló sin un escritorio en condiciones, así que la cama acabó por cumplir esa función. La cama, ese mueble que ya apuntaba a convertirse en uno de los referentes de esta época, ganó enteros durante los meses de encierro hasta devenir, para muchos, el centro de la actividad doméstica.

Ya no era el lugar recóndito donde se acudía solo a dormir, sino que se había transformado en el centro de todas las operaciones: desde consultar correos hasta conectarnos a las redes sociales, desde hacer videoconferencias con nuestro círculo de amigos hasta escuchar música. ¿Qué más se le podía pedir a un mueble? Nada. Por eso las ventas crecieron y crecieron, y no han dejado de hacerlo hasta hoy, junto con los sofás, las cocinas y los muebles de exterior. ¿Cuál será el papel de la cama en la era poscovid? Se admiten apuestas.

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Vida social
Ikea

Vida social

En la última década, la función de la cama ha evolucionado. Si antes era un lugar de descanso, poco a poco se ha ido convirtiendo en nuestro escritorio. La arquitecta, historiadora y teórica de la arquitectura Beatriz Colomina, que ha estado investigando este proceso, afirma que la crisis del Covid-19 ha acelerado esta transformación. "El símbolo de la vida privada se ha convertido en un elemento social de la casa", asegura. Y todo apunta a que es una situación irreversible. "Ahora que nos hemos vuelto mucho mejores trabajando en la cama, enseñando en la cama, comprando en la cama, socializando con personas que viven a miles de kilómetros de nosotros en la cama, ¿hay alguna razón para pensar que nos iremos de la cama cuando todo esto temine?", se pregunta.

Buenos para el sistema inmunitario

Buenos para el sistema inmunitario

La calidad de los materiales con los que están hechos los muebles de nuestro dormitorio mejora nuestro sueño y, por lo tanto, nuestra salud. Las piezas que nos acompañan en la habitación durante la noche son nuestros cómplices. No es solo una cuestión estética, sino que su presencia repercute en otros aspectos de nuestra vida. Madera, paredes de ladrillo o fibras vegetales aportan un plus de calidez, al tiempo que ayudan a recrear un look lleno de armonía.

Contaminación acústica
Poliform

Contaminación acústica

El ruido ambiental es uno de los factores más importantes de interrupción del sueño. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la contaminación acústica como una de las causas de deterioro de la salud como consecuencia de un sueño alterado o de mala calidad. Cuando se trata de dormir bien es importante controlar los ruidos en el dormitorio, porque nos pueden impedir entrar en la fase más profunda del sueño. Hay dispositivos capaces de reproducir sonidos de ambiente durante toda la noche para bloquear los molestos ruidos de fondo.

Que circule el aire
Sanders & King

Que circule el aire

Ventilar y airear el dormitorio es imprescindible para completar el ciclo de limpieza en una casa. Aunque vivamos en una ciudad, el aire exterior siempre es de mejor calidad que el interior, por lo que conviene ventilar a diario, como mínimo, 10 minutos y, como máximo... ¡no hay máximo! Para ventilar de forma eficiente, siempre es preferible abrir las ventanas de más de una estancia, para favorecer la circulación y el intercambio del aire. Al ventilar la habitación en la que descansamos reducimos la concentración de CO2 y respiramos mejor. También ayuda a disminuir la humedad, y es que cuando el aire está muy seco, esto afecta a nuestras mucosas respiratorias. Una mala calidad del aire puede dificultar la concentración y provocar dolores de cabeza y sensación de fatiga. Para ello contamos también con los purificadores de aire, que atrapan las partículas en suspensión potencialmente dañinas. 

Desayunar en la cama

Desayunar en la cama

El primer acontecimiento del día merece convertirse en un gran momento. En una época en la que estamos aprendiendo a recuperar el placer de las pequeñas cosas, este acto tan sencillo puede convertirse en la ayuda necesaria para afrontar el día cargados de energía. Un zumo de naranja recién exprimido, una tostada con mermelada de fresa, un café con un aroma que inunda toda la habitación... pueden ser el pistoletazo de salida de una jornada maravillosa. Desayunar en la cama puede llegar a ser todo un arte. Un juego de café bonito, un bello soporte para los dulces y algún detalle natural como una flor pueden ayudarte a empezar el día con buen pie.

Esencialismo cálido

Esencialismo cálido

Un sitio equilibrado, sereno y bello es favorable para disfrutar de un sueño reparador. Diseña un dormitorio de estilo depurado que se alíe con tu relax, apostando por pocos muebles, pero de calidad. Una cama confortable con un cabecero sencillo, una alfombra de gran tamaño que te permita andar descalzo o una lámpara de pie elegante pueden convertirse en tus aliados. La ropa de cama también contribuye a crear un ambiente más acogedor. Las sábanas, colchas y fundas de tejidos naturales como el lino o el algodón son apuestas seguras. Elige una paleta cromática suave, clara, con blancos, grises claros y crudos. Los colores llamativos tienen la entrada prohibida. 

Redescubriendo el colchón

Redescubriendo el colchón

Una encuesta española elaborada en 2021 reveló que el 7% de los problemas de sueño relatados por los pacientes a sus médicos eran consecuencia de colchones incómodos. No todos somos iguales y, precisamente por eso, necesitamos sistemas de descanso personalizados. Una de las primeras preguntas a las que deberíamos dar respuesta es: ¿De qué material debería estar hecho el colchón adecuado para mí? Otras cuestiones importantes para elegir el colchón ideal son: ¿Duermo solo o acompañado? ¿Es el colchón para mi residencia principal, para una habitación de invitados o para una segunda residencia? ¿Duermo en postura soldado o estrella de mar? A la postre, la elección de un buen colchón es una de las decisiones más relevantes para nuestro bienestar.

De refugio a oficina

De refugio a oficina

Ya has descubierto que la cama es el lugar ideal para concentrarte y trabajar. Pero para que la ecuación resulte, es imprescindible poner ciertos límites a esa actividad compartida con el descanso. Uno de ellos es el horario. En casa –en el dormitorio– hay que respetar el mismo horario laboral que tenemos cuando acudimos a la oficina. Empezar más tarde solo conseguirá que acabemos más tarde también. Otro requisito imprescindible que nos ayudará a mantener el equilibrio es respetar las transiciones. Por ejemplo, guardar los dispositivos electrónicos en otra habitación al acabar la jornada laboral, dándonos una ducha caliente para olvidarnos de lo que ha sucedido durante el día y cambiándonos de ropa para marcar la desconexión.

Genios horizontales

Genios horizontales

Algunas de las grandes obras artísticas de los últimos tiempos han nacido entre sábanas. Frida Kahlo trasladó su universo al papel desde su cama con dosel. Winston Churchill dictaba a sus mecanógrafos mientras desayunaba en la cama, y solía levantarse tarde. En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, se redactó en gran parte desde la cama. Y Truman Capote, el autor de A sangre fría, reconoció a un periódico que había tenido las mejores ideas de su vida en posición horizontal. Algo parecido le sucedía a Descartes, cuya filosofía se desarrolló a partir de las notas que tomaba de los sueños que había tenido durante la noche anterior.