11 de octubre de 2022, 09:30
Gente que disfruta de su casa: La interiorista Irene Vidal es la anfitriona perfecta en su piso de Barcelona
En colaboración con el arquitecto Damián Ribas, la interiorista Irene Vidal ha transformado este piso señorial en Barcelona en su nueva vivienda. Un lugar afectuoso, lleno de luz y de historia familiar.
La interiorista ha logrado preservar la personalidad y nobleza típicas de las viviendas del entorno, pero incorporando el espíritu, la funcionalidad y el confort propios del siglo XXI.
A Irene Vidal le gusta ser una buena anfitriona, algo que ha cultivado a lo largo de los años en los diversos restaurantes que ha regentado. Por eso, cuando abordó la reforma de su propia casa en este piso señorial asomado al Turó Park de Barcelona, su objetivo fue crear un ambiente espacioso, acogedor y bañado por la luz natural y las vistas del parque, en el que su familia y los amigos a los que gusta recibir se sintieran cómodos. La intervención fue compleja dado que se hacía en un edificio catalogado, diseñado en los años cuarenta por Francesc Mitjans.
El proyecto arquitectónico de Damián Ribas ayudó a salvar los obstáculos, entre ellos la fragmentación del espacio original para incorporar las antesalas interiories a las estancias principales, eliminando de este modo los pasillos. Se suprimió asimismo la entrada de servicio, sustituida por un aseo de cortesía, y, en consonancia con la querencia de la interiorista por la cocina, esta se abrió al salón para que se convirtiera en otro lugar social. Irene llenó el nuevo espacio con muebles de herencia familiar, entre los que figuran piezas icónicas del diseño español. Con ello, la interiorista ha logrado preservar la personalidad y nobleza típicas de las viviendas del entorno, pero incorporando el espíritu, la funcionalidad y el confort propios del siglo XXI.
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M. CASUGAS Y E. APEZTEGUIA PARA SLOWKIND
Aprovechando un hueco muerto en la cocina, Irene ha creado una hornacina de mampostería donde guarda y expone objetos de cerámica y menaje. El proyecto de la cocina es de Cristina Tort, de Cocinas Como. La encimera es de porcelánico de la marca Xtone. La cocina se comunica abiertamente con el saló a través de puertas de cristal con marcos de hierro.
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La mesa y las sillas de comedor, de diseño nórdico, se han adquirido en Brutus de Gaper, al igual que los objetos de cerámica. Tazas de té compradas en Japón. Espejo de herencia familiar. Alfombra, de nanimarquina.
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Taburete de madera comprado en Nairobi (Kenia).
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Sobre la mesa de centro, diseño de Irene Vidal, jarras de barro compradas en un déballage en Francia, y tazas, jarra y plato de la ceramista Blanca Madruga. Sofá comprado en la tienda En Linea Barcelona. La alfombra es de nanimarquina.
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La interiorista ha logrado preservar la personalidad y nobleza típicas de las viviendas del entorno, pero incorporando el espíritu, la funcionalidad y el confort propios del siglo XXI.
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Irene Vidal ha sido propietaria de varios restaurantes, y además le encanta cocinar. Eso se nota en su gusto por el detalle en la mesa, con objetos como los platos Vila Clara de La Bisbal o las cucharas de madera compradas en Marruecos.
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Mesa de centro adquirida en Casamitjana.
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"He querido crear espacios amplios y acogedores, bañados por la luz natural. me encanta recibir y que la gente se sienta cómoda”.
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Lámpara Cestita de Miguel Milá para Santa & Cole.
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Lámpara Disa (1957), también conocida como Coderch por su creador, el arquitecto José Antonio Coderch.
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La calidez de la cerámica.
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En primer término, una fotografía de Naia del Castillo, adquirida en Galería Àngels, al igual que el cuadro rosa del fondo, obra de Miquel Mont. El taburete antiguo se ha comprado en la tienda Azul Tierra.
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Ropa de cama, de Libeco. Plaid de lino antiguo comprado en Francia. Taburetes antiguos, en Azul Tierra. Sobre la mesilla de noche, lámpara Dipping, de Jordi Canudas para Marset. Dibujos de Santi Moix realizados en servilletas de los restaurantes de Irene Vidal.
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La vivienda se encuentra en un edificio representativo de la arquitectura residencial de los años cuarenta.
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Obra mural de Pep Agut, en Galería Àngels. Sofá de Timothy Oulton con cojines de Andrea Lennon.
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