Con más de 1.000 metros cuadrados de interiores, dos hectareas de terreno y numerosas comodidades, no hay duda de que la casa que acaba de poner a la venta la cantante y actriz Jennifer Lopez en Bel Air es todo un palacio. Sin embargo, a pesar de todo lo que puede ofrecer su vivienda que acaba de ser puesta a la venta por nada menos que 42 millones de dolares, hay algo en ella que no nos encaja: el estilo francés algo acartonado de su cocina. Mientras el resto de estancias incorporan joyas de diseño como el sofá Soriana de Afra y Tobia Scarpa, la zona de la cocina llama la atención por una estética fake de muebles envejecidos sin demasiado acierto que nos hace preguntarnos si en ella se ha llegado a cocinar alguna vez.
Sin embargo, a pesar del pequeño defecto de la cocina, lo cierto es que la propiedad diseñada en su origen por el arquitecto Samuel Marx en los años 40, es de verdadero escándalo. Primero por su precio de venta, que supera incluso el de la casa que puso a la venta hace unos meses Ben Affleck en la zona de Pacific Palisades de Los Angeles por 30 millones de dolares, y, segundo, por la cantidad de comodidades con las que cuenta.
Entre ellas se encuentra un lago privado, una playa con ducha al aire libre, rutas de senderismo, una casa de huéspedes y hasta una cabaña para invitados. Pero hay más: en sus alrededores tieneun anfiteatro de 100 asientos (¿habrá actuado Jennifer en él?), una pagoda, un huerto, un campo de golf y un garaje para 30 coches. Vamos, es la casa de una superestrella.
En su interior, suma nueve dormitorios, un salón de dos pisos con una espectacular escalera curva con barandillas de hierro forjado, un bar con chimenea, una sala para masajes, una biblioteca y varios vestidores. Entre todos los espacios destaca especialmente uno: el cine. Y es que la casa tiene una sala privada de 30 asientos en la que las paredes se han decorado con carteles de las películas de Bennifer. ¿Lo habrá hecho ella? ¿O habrá sido un toque de los avispados vendedores de la inmobiliaria de lujo que la trata de vender?
En cuanto al interiorismo, todos los espacios se abren al exterior y se han decorado en base a una estética de estilo rural francés. Así, abundan la piedra, la madera y los textiles. La cocina es sin duda uno de los espacios donde más se aprecia ese toque con techos con vigas de madera, una isla de comedor central y una lámpara de araña rústica. Por cierto, la casa, por si alguien esta interesado, está a la venta en la inmobiliaria de lujo CarolWood.